Una dolorosa y sorprendente situación atraviesan los familiares de Abel Moris, un hombre de 89 años que falleció ayer en el Sanatorio Mayo de la ciudad de Córdoba, pero que su cuerpo tuvo un destino imprevisto. Según denuncian sus hijas, Claudia y Analía Moris, el cadáver de Abel fue entregado erróneamente como si se tratara de una muerte por Covid-19 teniendo por destino un crematorio en vez del velatorio que todos esperaban.
?Mi padre nunca quiso ser cremado, su deseo era ser velado y despedido por sus familiares; pero por esta...