La abogada Rocío Álvarez Navarro denunció que los policías le sustrajeron lo que los ladrones no se llevaron

08 / 02 / 2024 | robo de joyas
La abogada Rocío Álvarez Navarro denunció que los policías le sustrajeron lo que los ladrones no se llevaron

La abogada denunció que policías le terminaron sustrayendo joyas y piezas de oro que unos ladrones no habían podido llevarse de su domicilio, en el marco de un robo, ocurrido en el barrio Cofico de la ciudad de Córdoba. La presentación fue formulada en los Tribunales y ya se abrió una causa en una fiscalía de instrucción. Por ahora todo está siendo investigado y no hay imputados.

Todo supuestamente ocurrió en jurisdicción de la Unidad Judicial 14 o la Comisaría 7ª. La denunciante Rocío Álvarez Navarro es una abogada que tiene su vivienda en Bedoya al 900, barrio Cofico, junto su estudio jurídico donde realiza administración de propiedades inmobiliarias.

La noche del viernes 26 de enero, a las 23.30, se activaron las cámaras de seguridad de su edificio mientras ella estaba en su casa de veraneo en Sierras Chicas.

Dos hombres habían ingresado, por la cochera del subsuelo, utilizando llaveros electrónicos. Desde allí, a través de los ascensores, consiguieron subir hasta la azotea. Desde allí, no tuvieron más que saltar al balcón del 7° piso donde está su departamento.

Al dar aviso a familiares, al percibir por las cámaras el movimiento de los intrusos dentro de su vivienda, Álvarez Navarro consiguió que los delincuentes supieran que ya estaban al tanto de todo. Por eso, huyeron, uno por la azotea y el subsuelo y otro por la planta baja, por la entrada principal.

Esos objetos fueron secuestrados por la Policía que comenzó a labrar actas.

Según la denunciante, se labró un acta donde constaban todas las joyas (anillos, relojes, cadenas, aros y otras alhajas valiosas) que los policías terminaron llevándose como secuestro. Se indicó que todo podía ser recuperado en la unidad judicial.

Al día siguiente, tras ir a la sede de calle Antonio del Viso 756, comenzaron los contratiempos para conseguir lo que era suyo. Ese día no pudo resolverse el trámite porque, entre otras cosas, se topó con una pregunta insólita: ?¿Tiene las facturas de las joyas??.

Además de que nadie conserva esa documentación, muchas de esas alhajas eran ?de la abuela? o de sus ?15 años? o de tiempo remoto.

Después de eso, le pidieron que haga una nueva exposición de los elementos porque el acta no aparecía.

Tras renegar varias horas, debió volver el lunes siguiente cuando comprobó que lo que le ofrecían dentro de una bolsa que trajeron del depósito de la comisaría eran ?sólo baratijas, una mala imitación de los mismos objetos, de cualquier metal menos oro?, según dijo.

Las idas y venidas, reclamos, nuevas exposiciones judiciales, numerosas esperas -según refiere entre lágrimas la mujer- fueron innumerables, lo mismo que días siguientes.

Además, señala que no querían tomarle las denuncias, que les hacían hacer nuevas exposiciones (una y otra vez) sobre lo que se habían llevado de su casa y que tampoco querían darle el nombre de los policías que habían estado el día del procedimiento.

Por ahora, no hay ninguna explicación policial.

INVESTIGACIÓN PRIVADA

Como es inquieta y a falta de respuestas policiales y judiciales, concurrió a un destacamento de la zona -el Cuerpo Especial de Vigilancia- donde vio una de las camionetas que habían estado en su casa. Ahí, ?alguien? le preguntó con preocupación qué había pasado con las joyas y se preocupó.

?Se cortó la cadena?, le respondió ella y tuvo que explicarle que en realidad se refería a la ?cadena de custodia? y no a una de sus alhajas.

Esa ?persona? le facilitó lo que en la Unidad Judicial y en la Comisaría no querían proporcionarle, asegura Álvarez Navarro al lado de su abogado que la patrocina como querellante, Carlos Nayi.

Lo que obtuvo fueron los nombres de todos los policías, oficiales y suboficial que hicieron el procedimiento, labraron el acta y se llevaron las bolsas con las joyas ?auténticas?.

También tuvo buen eco en el Organismo de Control de Conducta Policial, donde le pidieron que identificara a los policías, lo que más tarde logró aportar. Los repite a quien se los pregunta.

Acompañada por Nayi, la mujer se constituyó en querellante en la causa principal, la del ?robo de los ladrones?, y también en la causa por la desaparición de sus joyas.

Por valor de ?unos 10 mil dólares?, enumera piezas de oro 24 kilates y relojes y joyas de marca como Swarovsky y Calvin Klein.

Tanto la abogada como su patrocinante se quejaron por el maltrato que sufrió cuando una y otra vez concurrió a lo largo de una semana para que le devolvieran sus alhajas, sin que le brindaran precisión alguna, dudando de sus dichos, negándose a tomarle denuncias, pidiéndole más y más requisitos y haciéndole detallar una y otra vez qué había entregado a las autoridades en las que ella confió.

YA SE INVESTIGA

La causa está en manos del fiscal Iván Rodríguez. La querella aportó filmaciones de cámaras de seguridad con videos de alta resolución y sonido de alta fidelidad. Allí están retratados los uniformados y diálogos mantenidos mientras se hacía el acta.

Desde la fiscalía se indicó a La Voz que ?paralelamente a la denuncia por el robo, se están labrando actuaciones para investigar el accionar del personal policial?. ?Están individualizados los policías que participaron del procedimiento?, indicó una fuente de la fiscalía.

La Voz del interior 7-2-24

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