Deben responder por el fallecimiento de María Eugenia Guardia, quien fue en tres oportunidades a la Clínica de la Familia con una patología aórtica y la enviaron una y otra vez a su casa.

Cuatro médicas pertenecientes a la Clínica de la Familia deben responder por el homicidio culposo de María Eugenia Guardia, quien concurrió varias veces a la guardia central y no fue diagnosticada de una patología aórtica aguda. Recién en la cuarta oportunidad que ingresó, ya al día siguiente, la internaron en terapia intensiva pero ya era tarde porque falleció poco después.

Las citadas a juicio por el fiscal Marcelo Fenoll son María Fernanda Aguirre (57), María Fernanda Behr (31), Ana Paula Morán Lacava (30) y Gimena Ayelén Quiroga (29), a quienes el instructor considera coautoras de ?homicidio culposo?, por imprudencia o negligencia en la atención de la paciente.

La causa cuenta como querellante al abogado Carlos Nayi, quien representa al marido de la paciente, Alejandro Germán Acosta, con quien la mujer tuvo dos hijos que, al momento del deceso, tenían 10 y 16 años.

Nayi entiende que las médicas fueron negligentes en el trato a la paciente y no la atendieron en forma debida para diagnosticar lo que le estaba sucediendo.

La descripción de los hechos que hace Fenoll sostiene que el 3 de julio de 2018, a las 7.30, María Eugenia Guardia recibió atención de un servicio de emergencia en su casa, en barrio Pueyrredón, con un cuadro agudo que se manifestaba con dolor intenso en el pecho, irradiado a la espalda.

El servicio de emergencia la trasladó a la Clínica de la Familia, en 25 de Mayo 881, barrio General Paz, con un cuadro de ?dolor precordial con irradiación al dorso de tres horas de evolución, asociado a estado hipertensivo?, según el instructor cita con base en el parte médico.

Una vez en la clínica, pasadas las 9, la mujer fue asistida en la guardia central por la médica ?Ana Paula Moran Lacaba, quien por negligencia o impericia en su profesión, no tuvo en cuenta los distintos diagnósticos diferenciales del cuadro clínico que presentaba la paciente?, según infiere el fiscal, ya que ?no mantuvo la sospecha de patología extracardíaca y ordenó el alta sanatorial?, pasadas las 13. Según Fenoll, la médica no tuvo en cuenta esa patología que podía ser un ?aneurisma aórtico?, por lo que debía internarla en la unidad de terapia intensiva (UTI).

El relato continúa indicando que a las 21.43, Guardia reingresó nuevamente a la guardia general de la Clínica de La Familia, con ?depresión del sensorio?, según el servicio de emergencia. En esa ocasión fue atendida por la médica María Fernanda Behr quien, según Fenoll, ?tampoco tuvo en cuenta los distintos diagnósticos diferenciales del cuadro clínico que presentaba? y ?se limitó a solicitar la valoración de la médica María Fernanda Aguirre?, de la UTI, ?quien interpretó el cuadro como una somatización que hacía la paciente, concluyendo ambas que la víctima Guardia se encontraba en condiciones de recibir alta médica?.

El fiscal entiende que ambas omitieron ?la realización de estudios médicos de mayor complejidad, a fin de realizar el diagnóstico diferencial que la situación ameritaba?, lo que posibilitó que ?el cuadro de salud de la paciente continuara desmejorando y de ese modo ocasionara el desenlace fatal?.

Una vez más, a las 22, ?mientras la paciente se encontraba todavía en el nosocomio, continuó con su atención médica la médica Gimena Ayelén Quiroga? quien a las 22.45 ?constató que la sintomatología de la paciente no había cedido, presentando dolor interescapular irradiado a cara anterior del tórax de varias horas de evolución, refiriendo también angustia y problemas personales?.

Pero el fiscal añade que Quiroga, ?por negligencia o impericia en su profesión, no tuvo en cuenta los distintos diagnósticos diferenciales del cuadro clínico que presentaba la paciente, ya que no mantuvo la sospecha de patología extracardíaca y ordenó el alta sanatorial?, con control al día siguiente en la clínica.

Sólo unas horas después, a las 5.49 del 4 de julio, Guardia fue trasladada nuevamente a la Clínica de La Familia, en esta ocasión por su marido, siendo atendida nuevamente por Quiroga, ?quien ordenó la realización de estudios y dejó en observación a la paciente, toda vez que persistían los síntomas y acusaba un dolor abdominal generalizado?.

A esa altura, el fiscal describe el cuadro clínico: ?Caída en la presión arterial, malestar general, dolor abdominal generalizado, con respiración superficial, piel fría y sudorosa, pulsos radiales débiles; paciente poco colaboradora y con dolor generalizado?. Pese a esto, afirma que ?Quiroga no sospechó un cuadro médico grave, como es la patología aórtica aguda, y tampoco ordenó en ese momento la internación de la paciente en la UTI?.

El relato sostiene que entre las 6.40 y las 13 la paciente fue ingresada en la UTI y luego se determinó la sospecha de aneurisma de aorta.

A las 14.35, María Eugenia Guardia falleció a consecuencia de la patología que estaba cursando, toda vez que presentó una ?disección aórtica aguda? que ?no fue correctamente diagnosticada? ni tratada por las médicas que ahora deberán responder en debate oral.

La Voz del Interior 4/10/21