Caso Vanesa Damoli

Piden penas elevadas por la muerte de Vanesa Damoli

VANESA. Tenía 19 años y cursaba la carrera de Ciencias Económicas.


El fiscal Ferrer solicitó cuatro años y medio de prisión para Ramiro Faya y tres años para Nicolás Bruna, conductores de autos que iban en persecución.

En su alegato en el juicio por la muerte de la joven Vanesa Antonella Damoli (19), el fiscal de la Cámara 9ª del Crimen Carlos Ferrer solicitó una pena de cuatro años y medio de prisión para Ramiro Faya y de tres años de prisión para Nicolás Ramiro Bruna.

Los dos imputados por homicidio culposo agravado en concurso ideal con lesiones culposas agravadas están acusados por protagonizar en mayo de 2010 una persecución entre el puente Enrique Gavier y la plazoleta que está al ingreso a barrio Villa Belgrano.

Por su parte, el abogado querellante por los padres de la víctima, Carlos Nayi, coincidió con la acusación de Ferrer, pero pidió penas más elevadas: cuatro años y ocho meses para Faya y cuatro años y seis meses para Bruna.



A su turno, los defensores solicitaron la absolución. Rubén Di Fiore lo hizo por Bruna y José Buteler alegó por Faya.


La tragedia de 2010

En el inicio del debate, Faya se abstuvo de declarar, mientras que Bruna eligió culpar al otro acusado, señalando que lo perseguía y quería matarlo. 

De acuerdo al expediente, Bruna estaba alcoholizado y Faya se dio a la fuga. En el lugar quedó una frenada de 63 metros y medio de longitud y algunos testigos sostienen que los vehículos circulaban entre 130 y 150 kilómetros por hora.

Ambos acusados estudiaban Arquitectura, mientras que Vanesa cursaba la carrera de Ciencias Económicas.

El debate es conducido por el juez unipersonal Gustavo Arocena.

La Voz del Interior 28-8-17



LO MÁS IMPORTANTE

  • Termina el juicio por la muerte de Vanesa Damoli, víctima fatal de una alocada persecución de autos por las calles.
  • Mientras nadie haga algo con tanto borracho suelto al volante, la sangría vial seguirá cobrándose vidas.

La estupidez al volante ?se volvió cotidiana en las calles de Córdoba.

El abanico de imbecilidad es amplio. Se ve en aquel que cruza en rojo, choca y desaparece; o en ese ebrio que, corriendo una picada o no, se lleva por los aires a alguien; se ve en ese otro que, tras una discusión de tránsito, se baja con un puñal, un caño o un bate de béisbol.

Hay veces también que esa estupidez ya toma otra dimensión, más allá de la temeridad, mucho más cerca de la criminalidad.



Vanesa Antonella Damoli tenía 19 años y un largo camino de sueños y expectativas. Sin embargo, su vida se truncó para siempre aquella madrugada del 22 de mayo de 2010, cuando el Renault Clio en el que iba como una pasajera más volcó y, tras enloquecidas piruetas, se estrelló contra el frente de una casa. Fue el fatídico final de una larga madrugada de alcohol y descontrol.


Según la causa, quien maneja­ba el coche iba corriendo de for­ma enajenada con otro auto­movilista, tras una pelea en un boliche en la zona del Kempes. Sí, como se leyó, una pelea en una disco derivó en una persecución con aceleradores a fondo y llantas humeantes que terminó en tragedia.

Siete años después, se juzga el absurdo y terrible final de Vanesa.

En la Cámara 9ª del Crimen, son juzgados Nicolás Alberto Bruna, el conductor del Clio donde iban la chica y otra pareja que logró esquivar la muerte; y Ramiro Faya, quien comandaba un Peugeot 307.

Ambos veinteañeros, en libertad, son juzgados por homicidio culposo agravado y lesiones cul­posas reiteradas.

Bruna y Faya también tenían sus vidas, sus sueños, sus carreras universitarias, sus expectativas de realización.

Difícil no verlos, hoy, sentados en el banquillo, como protagonistas de sus propias existencias arruinadas para siempre con la sombra de una muerte encima.

Ambos, según pruebas y testimonios, llevan las de perder en un juicio que entró en su tramo final. Si son condenados, no irán a prisión, ya que el fallo no estará firme.

Aquella madrugada, Vanesa, Nicolás Bruna (quien había empezado a salir con ella) y otra pareja arrancaron con la ?previa? en una casa, donde el vodka sobresalía entre las bebidas. Vanesa no tomó. Si lo hubiera hecho, no se discutiría aquí. No era la conductora asignada.

Quien bebió, y mal, fue Bruna. Los dosajes de alcohol serían la­pidarios con él.

De la previa, fueron a una disco en avenida del Piamonte, donde el alcohol volvió a ser protagonista, y de allí recalaron en otro boliche del sector. Allí, Vanesa fue manoseada y todo derivó en una pelea, a la que se sumaron patovicas.

¿Había policías o inspectores en la zona? Si los hubo, deben haber estado ?muy ocupados?.

Si no, nadie se explica cómo Bruna pudo salir manejando. Detrás de ellos, salió disparado el Peugeot 307. La locura al volante arrancaba.

Como bólidos, los dos autos iniciaron una demencial persecución a la vista de todos por calles, rotondas, avenidas, incluso en contramano.

Luego, encararon hacia el puente Gavier y todo terminó 200 metros después, cuando el Clio comenzó con la voltereta de muerte y espanto en calle Dionisio Paupin. Iba a más de 130 kilómetros por hora. Vanesa tenía 19 años. La otra pareja sobrevivió para contarla.

Faya (y su 307) fue localizado días después. Ya no tenía sentido hacerle peritajes toxicológicos.

La estupidez al volante se nos hizo carne. Es la causa central de la sangría cotidiana de los mal llamados ?accidentes?.

Un accidente es un hecho fortuito. Los choques, nuestros choques, no tienen nada de fortuito.

En el juicio, Bruna se dijo inocente y culpó a Faya. Este último señala que no tuvo que ver con el vuelco.

Todo hace presumir que el próximo 28 del corriente el fiscal Carlos Ferrer irá a la carga con los pedidos de condena.

El abogado Carlos Nayi, quien representa a la familia de Vanesa, pedirá condenas de prisión efectiva por homicidio por dolo eventual.

Hasta hoy, los dramas viales vienen siendo condenados en Córdoba como homicidios culposos agravados y con penas no mayores a los 5 años.

Desde enero pasado, tras una modificación del Congreso, ri­ge un agravamiento de condenas para aquellos homicidios culposos donde hubo velocidad y alcohol: el máximo de pena trepa a los 10 años. No pasará esto con la causa de Vanesa. El agravamiento no es retroactivo. La chica murió en un lejano 2010.

?Me da lo mismo que les den 100 años o algunos meses. Nadie me va a devolver a Vanesa. Quiero justicia y que estas cosas no vuelvan a pasar?, reclama su madre, Marisa.

Mientras el alcohol siga regando madrugadas de descontrol en Córdoba, y mientras nadie haga algo en serio con tanto borracho suelto al volante, la sangría vial seguirá teniendo materia prima de sobra.

La Voz del Interior 21-8-17

Comenzó el juicio por la persecución que le costó la vida a Vanesa Damoli

Son juzgados los dos conductores de los autos que en 2010 corrían por la subida del puente Gavier, hacia Villa Belgrano. La víctima viajaba en el asiento de atrás del auto que volcó.

En la Cámara 9ª del Crimen se inició el juicio a dos jóvenes automovilistas que en mayo de 2010 protagonizaron una persecución en calles de la zona del Estadio Mario Kempes y que provocaron la muerte de Vanesa Antonella Damoli, de 19 años.

Los acusados son Ramiro Faya y Nicolás Ramiro Bruna, imputados de homicidio culposo agravado en concurso ideal con lesiones culposas agravadas.

Según la acusación, una disputa en un boliche de la zona del Chateau Carreras se prolongó luego en una persecución del Peugeot 307 de Faya al Clio de Bruna, donde viajaban otros tres jóvenes, entre ellos la joven Damoli, que iba en el asiento trasero. Tras cruzar el puente Enrique Gavier, en la subida que llega hacia Villa Belgrano, el vehículo de Bruna volcó y provocó un severo traumatismo craneoencefálico en Vanesa, que falleció.



En el inicio del debate, Faya se abstuvo de declarar, mientras que Bruna eligió culpar al otro acusado, señalando que lo perseguía y quería matarlo.


De acuerdo al expediente, Bruna estaba alcoholizado y Faya se dio a la fuga. En el lugar quedó una frenada de 63 metros y medio de longitud y algunos testigos sostienen que los vehículos circulaban entre 130 y 150 kilómetros por hora.

Ambos acusados estudiaban Arquitectura, mientras que Vanesa cursaba la carrera de Ciencias Económicas.

El debate es conducido por el juez unipersonal Gustavo Arocena, mientras que la acusación la sostiene el fiscal de Cámara Carlos Francisco Ferrer.

Faya es asistido en la defensa por José Buteler (h) y Gustavo Loza, mientras que a Bruna lo defiende Rubén Di Fiore.

La Voz del Interior 4-7-17

Juzgarán a dos hombres acusados de la muerte de una joven en Córdoba


LO MÁS IMPORTANTE

  • Habrían protagonizado una persecución en la Capital, en 2010.
  • Una mujer que iba en uno de los autos falleció.

La Cámara Novena del Crimen de la ciudad de Córdoba comenzará este lunes a juzgar a dos hombres acusados de ser coautores del homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas de Vanesa Antonella Damoli, de 19 años, en un siniestro ocurrido el 22 de mayo de 2010, según informó una fuente judicial.

Nicolás Alberto Bruna -acompañado por un grupo de personas- habría mantenido una disputa con Rodrigo de Miguel  y su grupo, entre ellos, Ramiro Faya, por "cuestiones de momento" a la salida del boliche Dubai, en avenida del Piamonte, en la zona de las discotecas de Chateau Carreras.

Tanto Bruna como Faya eran en ese momento estudiantes de la carrera de Arquitectura, mientras que Damoli cursaba Ciencias Económicas. 

Qué habría sucedido



Según se lee en la causa judicial, a la que accedió La Voz, Bruna se retiró del boliche Infierno, en un Renault Clio de color negro, tras lo cual Faya, a bordo de un Peugeot 307, habría comenzado a perseguir "de manera imprudente y antirreglamentaria" al primero.


Faya, al parecer, lo seguía "a una velocidad por encima del límite máximo permitido por la legislación vigente", mientras que el Clio "circulaba en las mismas condiciones descriptas-excediendo la velocidad máxima permitida- y en estado alcoholizado encerrando a este último y, por momentos, colocándose a la par del mismo". 

Ambos imputados, "en veloz carrera y luego de trasponer el puente Gavier, habrían accedido a calle Dionisio Papín de barrio Argüello en sentido sur-norte".

En esa oportunidad, Bruna de manera imprudente habría efectuado "una brusca maniobra hacia su derecha, perdiendo el dominio del rodado" por unos 60 metros.

Eso, indica la causa, provocó que el vehículo saliera de la carpeta asfáltica, entrara al jardín delantero de una casa, rodara varias veces, derribara un árbol y una pirca de ladrillo y volcara. 

"Como consecuencia de la conducta de Bruna con la intervención igualmente inadecuada del imputado Faya", Damoli, quien iba en el asiento trasero del lado del conductor (Bruna), falleció.

La causa eficiente de muerte de la mujer fue "traumatismo craneoencefálico", mientras que otras personas que iban en el vehículo de Bruna resultaron lesionadas. 

En tanto, Bruna negó el hecho que se le imputa y llega al juicio acusado, al igual que Faya, de presunto "homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas".

El fiscal de Cámara será Carlos Francisco Ferrer.

La Voz del Interior 2-7-14