Asesinato de Pablo Altamirano: los hermanos Sabir fueron declararon culpables, recibieron una dura condena

14 / 12 / 2023 | pablo altamirano
Asesinato de Pablo Altamirano: los hermanos Sabir fueron declararon culpables, recibieron una dura condena

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Mataron para robarse una billetera con $950, confesaron lo que hicieron y pagarán en la cárcel. Los hermanos Eric y Alan Sabir fueron condenados este miércoles a 15 años y 7 meses de prisión por el crimen de Pablo Altamirano (36).

La víctima era playero en una estación de servicios de Rancagua al 3300, en barrio Villa Corina. Hasta allí llegaron los delincuentes en moto para dar el golpe delictivo en los primeros minutos del 13 de abril de 2022.

Tras reconocer la acusación en su contra, los hermanos recibieron la condena por homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego. Además les sumaron un hecho de robo calificado por un ataque que habían perpetrado días antes en una distribuidora de barrio San Nicolás.

+ MIRÁ MÁS: La pareja del playero asesinado: ?Mi hijo dice que le hubiera gustado que sea un sueño?

Ante la Cámara Novena del Crimen y con la participación de un jurado popular, el abogado defensor de los Sabir, Pablo Morelli, acordó la pena con la fiscal de Cámara, María Mercedes Balestrini. En esta instancia, los homicidas pidieron disculpas a la familia de la víctima.

Consultado por ElDoce.tv, el letrado consideró que es una condena elevada aunque se mostró conforme con la resolución del juicio en el que sus defendidos confesaron la participación en el grave episodio.

Los hermanos se encuentran detenidos desde el 20 de abril del año pasado, luego de que en su entorno surgieran declaraciones claves para que el fiscal Raúl Garzón esclareciera el caso.

Para la familia de Altamirano la resolución representa "un antes y un después" y resaltaron cuál era el objetivo que perseguían: "Buscamos justicia y no venganza".

El abogado querellante, Carlos Nayi, sostuvo que los familiares de la víctima "van a comenzar a vivir el duelo por la muerte del ser querido en paz". Y agregó: "Ninguna pena alcanza para reparar el dolor, pero la Justicia se ha pronunciado y es una etapa cumplida".

Una pareja encubridora

En la misma causa también quedaron involucrados Cristian Maximiliano Lescano (26) y su pareja Verónica Natalí Lescano (21). Están acusados de encubrimiento agravado.

Según surgió de la investigación, uno de los Sabir le entregó el arma homicida a Lescano para que la hiciera desaparecer, acto para el que habría contado con la ayuda de su novia.

La pareja, que se encuentra en libertad, solicitó la suspensión del juicio a prueba y esperan una respuesta de la Justicia. De hacerse lugar podrán seguir libres cumpliendo una serie de condiciones fijadas por el tribunal.

El doce TV, 13-11-23

Pablo Altamirano fue ultimado por motochoros en una estación de servicio, en abril pasado. Cinco meses después, cuatro jóvenes fueron enviados al banquillo. Las claves de un caso que sacudió a Córdoba.

Poco había pasado de la medianoche y allí estaba el playero atendiendo a una clienta en la estación de servicio. El trabajador se había acostumbrado a cumplir sus horarios ya sin custodia policial.

Fue entonces que apareció la moto negra. Iban dos. Con el motor encendido, el conductor se detuvo a pocos metros. Su compinche se acercó al playero lo saludó y le pidió algo.

En esas circunstancias sacó un revólver y le exigió la billetera.

Todo sucedió en segundos. El playero reaccionó, se trenzó a trompadas y el delincuente lo terminó ejecutando de un balazo a quemarropa directo al abdomen.

La billetera quedó tirada con los 950 pesos. Y así como habían llegado, los motochoros escaparon.

Pablo Marcelo Altamirano tenía 36 años, pareja, una familia ensamblada y muchos sueños por delante.

Aquella madrugada terminó asesinado en el marco de un brutal asalto que sacudió a Córdoba.

Estación Santa Lucía, donde fue asesinado un playero en un asalto. 13 abril 2022 (Ramiro Pereyra / La Voz)

Ocurrió el miércoles 13 de abril pasado en barrio Patricios, zona nordeste de la ciudad de Córdoba.

A menos de cinco meses de aquel asesinato, dos jóvenes hermanos fueron enviados a juicio acusados de haber sido aquellos motochoros.

Eric Facundo Sabir (23) y Alan Joel Sabir (27) deberán responder por supuesto homicidio en ocasión de robo y robo calificado, por orden del fiscal Raúl Garzón.

El crimen del playero: un asalto fatal que muchos sienten anunciado

No son los únicos acusados.

Otro joven allegado a ellos responderá por presunto encubrimiento agravado. Cristian Lescano (24) está sospechado de haber sido quien habría comprado el arma homicida a los hermanos para hacerla desaparecer. El monto: dos mil pesos.

La cuarta y última persona acusada es su novia: Verónica Natalí Lescano (20). Está sospechada de haber ayudado a desaparecer el arma.

Más allá del dolor y la conmoción, el crimen de Pablo fue tomado por muchos como un caso anunciado.

Es que en la barriada se venían registrando gravísimos asaltos, cada vez más violentos y la Policía no estaba. O llegaba tarde.

DELATADOS Y CERCADOS

La investigación por el crimen de Pablo arrancó, pero se estancó.

Si bien había filmaciones de cámaras (tanto de la estación como de otros puntos) y algunos datos dando vueltas, la pesquisa policial no tuvo avances en los primeros días.

Sin embargo algo sucedió. ¿Casualidad o causalidad? No se sabe.

En medio de la presión social con un crimen sin respuestas y la bronca en la barriada, la Policía comenzó a recibir llamados al 911.

Algunas comunicaciones eran de una mujer. Con lujo de detalles, esa persona aportaba nombres, datos y direcciones de sospechosos.

Los datos giraban en torno a dos hermanos de apellido Sabir. Uno de ellos había salido de la cárcel.

Enterado de ello, el fiscal Garzón convocó a pesquisas de Robos y Hurtos y a sus propios comisionados y dispuso profundizar esa línea. Sin pistas claras, qué podía perderse.

Crimen del playero: ?Pablo me dejó una responsabilidad muy fuerte?

Según trasciende de la causa, los detectives comenzaron a tirar de ese ?hilo?. Comenzaron a rastrear y a cotejar datos, apodos, direcciones y se realizaron entrevistas a varias personas en esa zona y en San Jorge.

Quedará analizar después cuál fue la razón precisa para que tanta gente hablara: cargo de conciencia, colaboración, consternación por cómo fue asesinado Pablo, o encono personal.

Lo concreto es que los detectives, según la causa, obtuvieron testimonios de mujeres y hombres del entorno cercano a esos hermanos, los cuales terminaron siendo ?claves?.

Una mujer llegó a declarar que uno de los dos hermanos ?hace bastante que está echando moco? y habló de robos, armas compradas, un crimen.

Remarcó que uno de los hermanos había salido de la cárcel tras cumplir una larga condena por robo y andaba en ?las malas? de nuevo.

Por su parte, otra persona cercana a los hermanos indicó que uno de ellos le habría admitido haber participado del crimen del playero y hasta involucrado a su hermano, e incluso habría brindado detalles de cómo pasó todo aquella madrugada.

El padre de ambos hermanos, incluso, habría efectuado manifestaciones a otro familiar que terminaron ?hundiendo? a los sospechosos, según surge la causa.

?Fueron los pelotudos aquellos?, habría dicho el padre e incluso habría precisado qué roles habría tenido cada uno de ellos.

CRIMEN Y DROGAS

Otra persona allegada a los sospechosos habría declarado de qué manera, luego del crimen del playero, los acusados y mujeres cercanas se habrían juntado a beber y consumir drogas en una reunión que se extendió hasta el día siguiente.

También habría dicho que los acusados andaban vendiendo el revólver y haciendo desaparecer la moto.

Con esos elementos, la pesquisa se profundizó en torno a los hermanos, quienes desaparecieron del barrio.

Se realizaron escuchas y se efectuaron distintas pesquisas en torno a celulares como el rastreo de movimientos y entrecruzamiento de comunicaciones.

Córdoba: reclamaron justicia tras el crimen del playero en un asalto

Según trascendió, con esos datos, más testimonios recolectados y otros elementos obtenidos, la investigación se centró en los hermanos.

Habría más sorpresas.

UN VIOLENTO ROBO PREVIO

Mientras los investigadores recolectaban pruebas, se enteraron de que días antes al asesinato del playero se había registrado otro violento asalto, en la misma zona.

Se trataba de un golpe armado que dos motochoros habían cometido contra una distribuidora.

El caso no había sido denunciado.

Los pesquisas dieron con ese comercio, cotejaron filmaciones y obtuvieron testimonios más que relevantes: fueron varias las personas que apuntaron a uno de los hermanos Sabir de haber estado en el robo.

Incluso dijeron que había trabajado allí y que había sido echado.

A fines de abril, los hermanos fueron detenidos finalmente.

El fiscal los acusa por el crimen y por el golpe a la distribuidora.

RECLAMO DE FUERTES CONDENAS

La familia de Pablo, con el asesoramiento del abogado Carlos Nayi, son parte querellante y reclaman fuertes condenas para todos.

El letrado no descartó, en su momento, que se pueda reclamar homicidio criminis causae, cuando se mata para lograr la impunidad

¿Y los dos principales acusados?

Negaron todos los hechos y hacen silencio.

La voz del Interior 1/9/2022

Pablo Altamirano tenía 36 años cuando recibió un disparo mortal, en abril pasado en Villa Corina.

Una pareja fue detenida acusada del encubrimiento del asesinato de Pablo Altamirano, el playero de 36 años baleado en abril pasado en Villa Corina, de la ciudad de Córdoba, cuando un delincuente intentó robarle y el trabajador se resistió, según fuentes policiales.

La pareja, un joven de 24 años y su novia de 20, fue apresada este viernes por la madrugada tras tres allanamientos solicitados por el fiscal Raúl Garzón.

Ambos fueron atrapados en sus propios domicilios e imputados por encubrimiento. Según informó a La Voz el comisario Sergio Lescano, de Robos y Hurtos de la Policía, la sospecha está centrada en el rol que habrían desempeñado tras el crimen.

Se cree que ocultaron el arma que los hermanos Eric Sabir (23) y Alan Sabir (27) habrían utilizado para perpetrar el homicidio en ocasión de robo. Hasta el momento, el revólver no fue hallado.

Pareja fue detenida por presunto encubrimiento (Policía)

EL CRIMEN DE PABLO

El violento episodio sucedió a la 0.15 del 13 de abril cuando dos hombres llegaron en una moto a la estación Santa Lucía, situada en Rancagua al 3300, y uno de ellos descendió del rodado y quiso robarle.

El playero se resistió y en medio del forcejeo, el asaltante le descerrajó un disparo en el abdomen tras lo cual huyó con su cómplice que lo esperaba a escasa distancia.

Ante la gravedad del hecho, el playero fue trasladado en un auto particular hasta el Hospital de Urgencias, donde se confirmó su fallecimiento casi dos horas después, cerca de la 1.40.

Los Sabir escaparon raudamente, pero tras una semana, el 20 de abril, fueron capturados.

La Voz del Interior 29-7-2022

 

Los jóvenes Eric y Alan Sabir cuentan con antecedentes delictivos. Filmaciones y testimonios de testigos fueron clave. La familia de Pablo Altamirano pedirá agravar la acusación.

Imputados por homicidio en ocasión de robo, fueron trasladados a la cárcel de Bouwer los dos hermanos acusados de haber sido los motochoros que, el miércoles de la semana pasada, asesinaron de un balazo en el abdomen al playero Pablo Altamirano. Todo sucedió en el marco de un asalto.

Fue en avenida Rancagua al 3200, en barrio Villa Azalais de Córdoba Capital.

Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, los dos hermanos fueron capturados por pesquisas de la División Robos y Hurtos de la Policía que les seguían sus pasos.

Los detenidos fueron identificados como Eric y Alan Sabir, de 23 y 27 años, respectivamente. Uno fue detenido en Córdoba Capital, el otro cayó en Alta Gracia.

La investigación se centró en filmaciones de cámaras y testimonios de vecinos y testigos.

YA HABÍAN ROBADO ANTES

Además del homicidio del playero, el fiscal Raúl Garzón les achaca un violento robo ocurrido semanas atrás en contra de una distribuidora ubicada en la misma zona.

En aquel asalto, hubo violencia contra los empleados.

Respecto al crimen del playero, todo sucedió en los primeros minutos del miércoles 13 del corriente, cuando dos motochoros llegaron con rostros semicubiertos a la estación de servicio Santa Lucía.

Mientras uno de los ladrones se quedó en la moto, el otro se bajó armado y encaró hacia Altamirano con intenciones de asalto.

El playero recibió un tiro y murió. En su billetera quedaron 950 pesos.

AGRAVAMIENTO

Con el asesoramiento del abogado Carlos Nayi, como querellante, la familia de la víctima pedirá el agravamiento de los cargos contra los acusados.

Concretamente, reclamará que el caso sea encuadrado como un homicidio criminis causae (cuando se mata para buscar la impunidad).

Nayi entiende que la víctima conocía a por lo menos uno de los sospechosos.

La Voz del Interior 20-4-22

Córdoba: reclamaron justicia tras el crimen del playero en un asalto

Con carteles y leyendas, marcharon este lunes en reclamo de justicia por el crimen del playero Pablo Altamirano (Javier Ferreyra)

Con carteles y leyendas, marcharon este lunes en reclamo de justicia por el crimen del playero Pablo Altamirano (Javier Ferreyra)

 

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Pablo Altamirano fue asesinado de un tiro en el abdomen la semana pasada. Continúa la búsqueda de los motochoros. Familiares de la víctima marcharon junto a vecinos y comerciantes.

 

Con pancartas y carteles, una nutrida cantidad de personas salió este lunes a protestar por las calles del barrio Villa Corina, en la ciudad de Córdoba, en reclamo por el esclarecimiento del playero Pablo Marcelo Altamirano (36).

Se trata del empleado de la estación de servicio que, en los primeros minutos del pasado miércoles, fue ultimado de un disparo en el abdomen por motochoros que intentaron asaltarlo, aprovechando que estaba solo, atendiendo al público.

El caso, por estas horas, permanece sin detenido ni imputados.

El fiscal Raúl Garzón está a cargo de la investigación del homicidio y trabaja con pesquisas de la División Robos y Hurtos de la Policía.

Se cree que los delincuentes serían de las inmediaciones.

Pablo era padre de un niño de 9 años y estaba en pareja. ?La vida no vale nada para nadie, se lamentó Anabel, su compañera.

?Esto se podía haber evitado. Él trabajaba solo, no había policías, encima la zona es insegura. Y ya lo habían querido robar. Pero se había acostumbrado a trabajar solo, había vencido el miedo. Era esperable que pase algo así. Ahora ya pasó?, dijo en su momento la mujer.

Aquella noche, dos motochoros llegaron a la estación de servicio de Rancagua y Julián Laguna, zona norte de Córdoba Capital.

Mientras uno de los ladrones se quedó con la motocicleta en marcha, el otro se bajó armado y encaró directamente hacia el playero. Se presume que Pablo se resistió. En su billetera quedaron 950 pesos.

Familiares de la víctima participaron de la marcha de protesta, junto a vecinas, vecinos y comerciantes.

La Voz del Interior 19-4-2022

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