Guillermo Morán fue apuñalado en barrio Cáceres en febrero pasado. Las sospechosas pidieron agua y así lograron entrar a su casa. Una garrafa de gas, el botín. Graves cargos para las imputadas.

?Un vaso con agua, ¿podrá ser??.

Ese fue el pedido que escuchó el anciano aquella mañana. Las dos mujeres habían golpeado la puerta.

Con el sol de febrero a pleno, el dueño de casa no dudó en abrir la puerta y franquear el ingreso.

No era de abrirle a cualquiera, menos a desconocidos.

Sin embargo, las dos mujeres eran caras conocidas, vivían en la barriada desde chicas, se habían criado allí y, en los últimos tiempos, no hacían otra cosa que tocar el timbre, ofrecer servicios y pedir.

Ya en la cocina de la casa, cuando el hombre quiso reaccionar ya era tarde. Las mujeres se le fueron encima. Con un cuchillo de cocina, le exigieron el dinero de la casa.

Como pudo, y con lo que pudo, la víctima se resistió.

Así fue como terminó recibiendo tres puntazos en el pecho. Una de las puñaladas le afectó un pulmón. Otro corte le dio en el cuello.

Unos vecinos verían luego a las sospechosas llevándose, a la rastra, una garrafa domiciliaria de 10 kilos.

Era el botín que habían logrado manotear.

El anciano murió a los dos días en un hospital.

Se llamaba Guillermo Ignacio Morán, tenía 80 años, y en barrio Cáceres, de Córdoba Capital, aún lo lloran.

El asesinato ocurrió en febrero pasado. A seis meses, la causa tiene novedades: las dos acusadas fueron enviadas a juicio. Ambas confesaron haber estado en esa casa cuando pasó todo. Sin embargo, se culpan entre sí.

Liseth Johana Frías Luján (29) y Evelyn Lourdes del Valle Zerdán (22) deberán responder como supuestas autoras de robo calificado y homicidio criminis causae (cuando se mata para buscar la impunidad). En caso de condenas, con esos cargos, habrá perpetua.

ASESINATO A TRAICIÓN

?Habían tenido una larga noche. Las habían visto consumiendo alcohol con cocaína desde la tarde anterior. A la mañana, salieron a pedir. Estaban pasadas, pero conscientes de todo?, comenta un investigador.

Eran las 9 de la mañana de aquel 6 de febrero pasado, cuando don Morán abrió la puerta de su casa en calle Lamartine al 1891, en barrio Cáceres, de Córdoba. El ardid fue tan viejo como preciso: un vaso con agua.

Y un vaso con agua no se le niega a nadie, quizá habrá pensado el jubilado cuando abrió la puerta y dejó entrar a las dos mujeres.

Rato después, saldría por la misma puerta, ya arrastrándose, ya malherido, balbuceando y pidiendo ayuda. Por la misma puerta, salieron las dos ladronas y su magro botín.

La presunción de los pesquisas es que las mujeres exigieron el dinero de la jubilación, el hombre dijo que no tenía, se negó y terminó apuñalado varias veces. Luego, le robaron una garrafa ya casi vacía. Así de simple, así de brutal.

?Fue ?la Beba?, fue ?la Beba??, alcanzó a decir el hombre, con un hilo de vida, a la vecina que salió a ayudarlo.

Entre jadeos, el hombre alcanzó a contar el robo y dio algunos datos.

La muerte lo encontró finalmente en el hospital Misericordia, adonde fue llevado.

LA CAÍDA

No tardaron nada los investigadores en avanzar con la pesquisa e identificar a las sospechosas.

Sobre todo porque el jubilado había alcanzado a balbucear los apodos ?Beba? y ?Gringa?.

Había algo central: las ladronas andaban a pie y se habían llevado arrastrando la garrafa. Eso significaba que no podían estar lejos.

A paso firme, los investigadores comenzaron a desandar las calles del barrio para recolectar testimonios.

Si bien al comienzo hubo cierto resquemor por parte de algunas vecinas y vecinos en declarar, el alevoso asesinato convenció a muchas y a muchos de aportar pistas, datos, nombres, domicilios.

?Los testimonios terminaron siendo coincidentes. Estas dos mujeres habían nacido en la barriada, se habían criado allí, eran muy conocidas. Solían pasar casa por casa, ya sea ofreciendo cosas o pidiendo plata?, comentó otra alta fuente de la causa.

Al cabo de unos días, con el rompecabezas armado, los investigadores concretaron los allanamientos. No dieron resultado. Las sospechosas habían cambiado de domicilio.

Bastó un par de averiguaciones más (que incluyeron análisis de comunicaciones) para que finalmente las acusadas fueron ubicadas.

La garrafa nunca apareció.

Liseth Johana Frías Luján y Evelyn Lourdes del Valle Zerdán fueron imputadas por robo calificado con arma y homicidio calificado criminis causae por orden del fiscal Gustavo Dalma.

A seis meses del crimen del jubilado, el acusador las mandó a juicio.

Desde Tribunales, fuentes oficiales señalaron que ambas ?confesaron haber estado en la casa cuando pasó todo?. ?Sin embargo, se echan la culpa entre sí. Ninguna se hace cargo del crimen?, indicó otra alta fuente con acceso al caso.

?Ahora, sabemos que las drogas las tenían mal. Vos las vieras ahora, en la cárcel, lo mejor que están, ya lejos de todo?, añadió la fuente.

?Morán fue atacado de manera feroz y fue asesinado por una garrafa. Unas vecinas lo mataron de manera salvaje para procurar la impunidad?, expresó, por su parte, el abogado Carlos Nayi. El letrado representa a Liliana Morán, una de las hijas de la víctima.

?La tragedia que se describe en esta historia criminal desnuda la proximidad de determinados seres con el estropicio moral y el instinto bárbaro propenso a cualquier maldad?, cerró el abogado.

La Voz del Interior 4-9-21

Detuvieron a dos mujeres acusadas de asesinar al jubilado de barrio Cáceres

Dos mujeres fueron detenidas sospechadas de haber participado en el asesinato de Guillermo "Chicho" Morán, el jubilado de 80 años de barrio Cáceres apuñalado en su casa tras el robo de una garrafa.

La novedad se produjo esta mañana cuando fueron apresadas Evelyn del Valle Cerdá (22) y Johana Frías Luján (29) en diferentes procedimientos realizados en barrio Bella Vista, de esta Capital, informaron a La Voz diferentes fuentes policiales y judiciales.

Una de ellas fue capturada en uno de los allanamientos practicados en la investigación que lleva adelante la Fiscalía del Distrito 1, Turno 5, a cargo de Gustavo Dalma.  

Ambas están imputadas por robo calificado (por el empleo de arma) y homicidio calificado (en concurso real). Por el momento, no surgen elementos que pudieran presumir la participación de otras personas, se indicó. 

El caso

Testigos afirman que el sábado pasado, cerca de las 11, dos mujeres llegaron hasta la casa de la víctima, Morán, y lograron ingresar tras engañarlo, según El Doce.

En el lugar, le robaron una garrafa y le asestaron tres puñaladas: dos en el tórax y una en el abdomen. El arma con la que se perpetró el homicidio quedó en el lugar, y fue secuestrada.

Posteriormente, el hombre fue llevado por vecinos al Hospital Misericordia, donde falleció. 

A través del abogado Carlos Nayi, la hija del jubilado, Liliana Beatriz Morán, se constituyó en querellante en la causa.

LA VOZ DEL INTERIOR 13-2-21