ELEVAN A JUICIO contra dos rugbiers que irrumpieron en una fiesta y provocaron disturbios en Córdoba agrediendo a Lautaro Insúa

08 / 12 / 2020 | abril10-15-21
ELEVAN A JUICIO  contra dos rugbiers que irrumpieron en una fiesta y provocaron disturbios en Córdoba agrediendo a Lautaro Insúa

Lo resolvió el fiscal de instrucción Horacio Vázquez. El hecho ocurrió el 7 de diciembre de 2020 en un domicilio particular, ubicado en el barrio Lomas de la Carolina. Están imputados por violación de domicilio y lesiones graves.

La Justicia dispuso la elevación a juicio de una causa contra dos rugbiers de 17 años, que el 7 de diciembre de 2020 ingresaron a una casa particular, donde se desarrollaba una reunión de egresados y provocaron disturbios.

Lo resolvió el fiscal de instrucción de distrito IV, turno 2, Horacio Vázquez. El hecho ocurrió en el barrio Lomas de la Carolina. 

Tadeo Nicolás Torasso Piovarolli y Mateo Soler fueron imputados por violación de domicilio y lesiones graves, en concurso real, según detalló el Ministerio Público Fiscal (MPF).

Los hechos

De acuerdo a la investigación, Torasso Piovaroli y Soler llegaron a la casa de Ignacio Martínez Pascazzi junto a tres amigos  a bordo del automóvil Minicooper e ingresaron por el patio trasero, con el afán de unirse a la fiesta. 

Lautaro Insúa, uno de los participantes de la fiesta, comenzó a pedirles -mediante gritos e insultos- que se retiraran del lugar. Soler pidió a Insúa que se calmara y éste lo tomó de la remera, oportunidad en la cual Soler e Insúa comenzaron a forcejear y Soler le propinó a la víctima Insúa varios golpes de puño -no pudiendo precisar cuántos- que impactaron en su rostro, lo que provocó la inmediata caída al piso de Insúa, oportunidad en la cual Torasso Piovaroli comenzó a propinarle patadas en su cuerpo, mientras Soler continuaba arrojando golpes de puño en la cabeza del damnificado. 

Luego de ello, tras ser separados por varias personas que había en el lugar, los imputados se retiraron del domicilio, a bordo del automóvil en el cual habían llegado. 

Lesiones

Como consecuencia de la agresión, Insúa sufrió traumatismo de cráneo y de macizo facial, edema malar bilateral, heridas contusos cortantes anfractuosos en ambas regiones malares, edema bipalpebral latezorinia izquierda, fractura de maxilar superior que compromete pared de ambos senos maxilares, piso de órbita, fractura con desviación de tabique nasal, fractura frontal de maxilar superior, edema de partes blandas en región malar y periorbitaria bilateral, lesiones de naturaleza traumática, de entidad grave, de tiempo curación e inhabilitación para el trabajo de más de treinta días, las cuales no pusieron en peligro su vida.

La Voz del Interior 8-4-21

Agravan acusación a los dos rugbiers imputados por golpear a otro joven

Mateo Soler y Tadeo Torasso ahora responden por lesiones graves, lo que supone una pena de entre un año y seis años de prisión. Además, siguen investigados por violación de domicilio y daño. La querella insiste que sean detenidos.

Apartir de la confirmación del informe de las pericias médicas a la víctima Lautaro Insúa, el fiscal Horacio Vázquez profundizó la acusación en contra de los dos jóvenes acusados de golpearlo: ahora no responden por lesiones leves sino por lesiones graves, lo que supone pena de prisión de hasta seis años. A raíz de esto, el abogado querellante por la familia del lesionado volvió a exigir la detención de ambos. 

La madrugada del domingo pasado, en ocasión de una celebración en una casa del country Loma de la Carolina tras el egreso de alumnos del secundario del colegio Mark Twain, se produjo un enfrentamiento entre adolescentes que terminó con severas heridas en el rostro de Insúa, invitado a la fiesta. Jugadores del Tala RC, Mateo Soler y Tadeo Torasso terminaron imputados por haber ingresado sin permiso a la fiesta, provocar daños en un auto y golpear de modo salvaje a Insúa.

Esto derivó en una imputación por tres figuras penales, lesiones leves (que prevé prisión de un mes a un año de prisión), violación de domicilio (seis meses a dos años) y daño (15 días a un año). Pero ahora, a raíz de evaluar que las curaciones del herido insumirán más de 30 días, se considera que la primera calificación es de lesiones graves. La pena para este delito sube a una escala de un año a seis años de prisión. 

A partir de esto, Carlos Nayi, que representa como querellante a los padres de Insúa, volvió a pedir a Vázquez que detenga a ambos jóvenes.

La variación en la calificación legal pasa del artículo 89 (lesiones leves) al artículo 90 del Código Penal. Este último, establece: "Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro".

Si bien el fiscal Vázquez guarda absoluto hermetismo con la prensa, se presupone que los dos últimos supuestos del artículo podrían incidir para el cambio de óptica respecto de las agresiones, es decir, quedar incapacitado por un mes para el trabajo o sufrir una deformación permanente en el rostro.

Insúa recibió al menos dos trompadas directas en el rostro, lo que le provocó la fractura de las dos órbitas oculares y del tabique nasal.  

La voz del Interior 15-12-20

Exigen detención de los dos rugbiers imputados por salvaje golpiza

Lo hizo el abogado Carlos Nayi, querellante por la familia del joven que sufrió severas heridas en el rostro, quien reclama que se agrave la acusación a lesiones graves.

En la investigación judicial por la golpiza que sufrió un joven en la madrugada del domingo a manos de uno o varios jugadores de rugby en el country Loma de la Carolina, el abogado que representa a la familia de quien está señalado como la víctima reclamó que se agrave la acusación en contra de los dos imputados y por esto se los detenga.

Lautaro Insúa, de 18 años, era uno de los asistentes a la fiesta de egresados del colegio Mark Twain que habían recibido su graduación secundaria en el salón de fiestas (autorizado) Tres Aguas. Luego, la celebración se trasladó a una casa del barrio cerrado.

Cerca de las 3.30 ingresaron cuatro asistentes que no estaban en la lista de invitados, según los organizadores. El padre y la madre dueños de casa les explicaron que la fiesta era privada, que no estaban invitados y les pidieron que se vayan, según comentó a La Voz el abogado querellante Carlos Nayi.

Según este relato, en el trayecto el padre dueño de casa fue agredido físicamente por uno de los "colados", lo que habría motivado la intervención de Insúa que acompañó a los cuatro jóvenes hasta la salida. Siempre según lo que refiere Nayi respecto de lo que le contó la víctima, este le tocó el brazo (para acompañarlo) a M.S. y este se dio vuelta y los sorprendió con un violento golpe de puño. Luego, con Lautaro indefenso, continuó la golpiza hasta quebrarle el tabique nasal y fracturarle ambas órbitas oculares. Además de la violencia de estos golpes que provocaron fracturas en el rostro, Insúa sufrió cortes y golpes en diversas partes del cuerpo.

Nayi aseguró que los cuatro jóvenes que jugarían en el Tala Rugby Club, ingresaron por la guardia del country solicitando permiso a otra casa que uno de ellos solía frecuentar, pero en lugar de dirigirse allí, fueron a la vivienda donde se desarrollaba la fiesta. El ingreso se produjo en un Mini Cooper blanco, con detalles rojos, según algunos asistentes que vieron bajarse primero a dos jóvenes y finalmente a M.S. y T.T., los dos imputados.

El hermetismo del fiscal que investiga la causa, Horacio Vázquez, impide establecer precisiones de los imputados, como sus edades y otros datos. De todos modos, los cuatro tendrían entre 16 y 18 años, franja etárea donde cabe la imputabilidad, aun siendo adolescentes.

Figuras penales

Esas imputaciones, por el momento, son tres: lesiones leves, violación de domicilio y daño, esto por roturas provocadas a un auto de uno de los asistentes a la celebración.

Pero según el abogado querellante, la calificación de lesiones leves puede agravarse porque es provisoria hasta tanto se conozca el informe médico forense definitivo. Para Nayi, deben ser imputados por lesiones graves, cuya pena se extiende de uno a seis años de prisión, lo que para él induce a pedir la detención de los involucrados.

Por ahora, la imputación de lesiones leves es a tenor del artículo 89 del Código Penal argentino, con pena de un mes a un año de prisión.

Si se agudizara la acusación, las lesiones graves se rigen por el artículo 90, que sostiene: "Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro".

Nayi sostuvo: "Pedimos la detención de los jóvenes, dueños de una personalidad donde no hay diques de contención de los frenos inhibitorios". Sobre el pedido de disculpas que uno de los imputados pidió al joven lesionado, el abogado dijo: "Es más una estrategia defensiva que un pedido de perdó n genuino".  

La Voz del Interior 9-12-20

Denunció que fue brutalmente atacado tras una fiesta de egresados en Córdoba

La víctima dijo que lo golpearon en la cara en una celebración privada en un country. 

Un joven denunció que fue atacado de forma salvaje en la cara durante una fiesta privada en un country en la ciudad de Córdoba, tras lo cual debió ser hospitalizado.

El hecho sucedió, según su versión, luego de la celebración de graduación del colegio Mark Twain cuando un grupo de jóvenes decidió continuar la fiesta en una casa de un country

"Después de la fiesta de egresados, quisimos seguir la fiesta en una casa. Pero un grupo de personas entró ilegalmente a la casa, porque es propiedad privada y no estaba invitados", contó la víctima, Lautaro Insúa, al programa Arriba Córdoba, por El Doce.

El muchacho indicó que, debido a las restricciones por la pandemia, querían que los asistentes fueran pocos. Durante la celebración, ingresaron, según sus dichos, cuatro jóvenes, aunque dos de ellos, comenzaron a atacarlo físicamente.

"Me empezaron a golpear en la cara y en el piso. No los conocía", señaló y dijo que ingresaron el country a través del "permiso de otras familias". Carlos Nayi, abogado de Insúa, señaló a El Doce que los jóvenes entraron a bordo de un Mini Cooper. 

Por su parte, la madre del joven agredido consideró que gracias a que sus amigos lo trasladaron al Sanatorio Allende, su hijo está vivo. 

"Si hubiera estado solo hubiera sido como el chico de Gesell", agregó la mujer en referencia a Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por un grupo de rugbiers en esa ciudad bonaerense. 

Y agregó que los presuntos atacantes, tras perpetrar el hecho, a las 9 del día siguiente "estaban comiendo choripanes en la (avenida Rafael) Núñez. ¿Qué consciencia hay? La verdad, es inexplicable".

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La versión de uno de los acusados

El padre de uno los jóvenes a los que Laturaro acusó de golpearlo, el ex Puma Facundo Soler, dijo que su hijo ingresó a la casa a buscar a sus amigos para irse porque la fiesta era privada. 

"Mi hijo entra y lo increpa este chico Lautaro Insúa. Estaba, obviamente, con efectos del alcohol. Y lo empieza a empujar", señaló Soler, de acuerdo con su versión. 

El exrugbier del Tala agregó que su hijo le dijo a Lautaro que quería buscar a sus amigos en la fiesta para retirarse.

"Este chico Insúa le pega trompada (al hijo de Soler), lo tira al suelo, como que lo taclea y lo tira contra un alambrado. En esa situación, mi hijo se levanta y pega dos o tres trompadas y se separa y se acabó todo", agregó a Arriba Córdoba.  

Soler negó que su hijo estuviera alcoholizado y que no sufrió lesiones de parte de Insúa. "No estaba borracho. No toma alcohol. Es extremadamente sano", agregó. 

El abogado Nayi relacionó la violencia del ataque con el "entrenamiento en rugby" de los sospechosos: "Estamos hablando de superioridad numérica y física. Los golpes fueron a la cabeza: un golpe es suficiente para matar, esto excede lo que puede ser lesiones graves, por eso se ha pedido la detención de los cuatro, que siguieron haciendo una vida normal".

Sin embargo, el ex Puma indicó que su hijo pesa 80 kilos mientras que Insúa, 110. 

La Voz del Interior 8-12-20

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