CRITINA RODRÍGUEZ: se derrumbó la mentira de su esposo policía que la mató por la espalda, fue condenado a perpetua

23 / 11 / 2020 | dic1-5
CRITINA RODRÍGUEZ: se derrumbó la mentira de su esposo policía que la mató por la espalda, fue condenado a perpetua

  • Cómo se derrumbó la mentira del policía que mató de un tiro a su esposa

     

    Hasta último momento, el cabo insistió en que fue un accidente.

  • Las pruebas lo terminaron cercando.
  • Un balazo en la pared fue clave.
  • La Cámara 6ª le impuso perpetua por femicidio y por alevosía.
  • La pena fue la que había reclamado el fiscal de Cámara, Martín Berger.

     

    ?¿Accidente? En ese cuarto hubo una discusión. Primero la golpeó en la cabeza con sus nudillos y luego, mientras ella estaba indefensa, y de espaldas en la habitación, le pegó un disparo con la pistola. Lejos de llamar a médicos o una ambulancia, dejó que se muriera. Pero como ella no se moría, salió de la casa y se fue hasta una comisaría para tratar de disfrazar la situación. Mintió sobre lo que pasó?, expresó el fiscal en su alegato.

    ?Ese mediodía, la mujer lo había echado de la casa otra vez, porque estaba harta de su carácter y de sus infidelidades. Y ya habían tenido una fuerte pelea días antes. Él ejercía violencia psicológica?, remarcó.

    La víctima negaba todo

    A falta de testigos presenciales, la causa se sustentó en indicios. En conjunto, tuvieron peso definitivo.

    Por un lado, los peritajes balísticos y técnicos echaron por tierra la versión del accidente. Los dichos del policía siempre chocaron contra la voz y pruebas de los peritos.

    Tanto así que, con esos peritajes y las propias contradicciones del uniformado, se determinó que el disparo había sido efectuado con su mano izquierda (la hábil) y no con la derecha, como él siempre insistió.

    Peritos remarcaron en el juicio que, en virtud de las medidas de seguridad, era imposible que el arma se disparara por mero accidente.

    El momento más crucial del juicio fue cuando dos policías, que habían acudido a la casa a poco de ocurrido todo, contaron que mientras Campos insistía con el accidente, la víctima movía la cabeza negándolo todo.

    Por otro lado, tanto el fiscal Berger como el querellante Carlos Nayi ( que representaba a la madre de la víctima) hicieron hincapié, durante las audiencias, en los numerosos testimonios de amigas de la víctima que se cansaron de remarcar actitudes violentas del policía. Todas coincidían en que Campos era violento psicológicamente y que Cristina estaba cansada de sus celos, controles, manipulaciones, humillaciones y otras conductas machistas.

    La hija mayor de Cristina insistió en que el hombre daba miedo en la casa. ?Nicolás trataba mal a mi mamá, la desvalorizaba?, declaró la chica. ?Además, aquella tarde, nunca llamó a la ambulancia. Nunca. Abrazaba a mi mamá, cuando aún agonizaba y decía: ?¿Verdad que fue un accidente? ¿Verdad, mi amor?. Eso decía...?.

    Una amiga de la víctima contó en el juicio que Campos le había anticipado su intención homicida. ?Le dijo a esa amiga ?algún día te la voy a c? matando? y cumplió. ¡La mató!?, remarcó el fiscal, en su alegato.

    Varios policías declararon en el juicio. Nadie lo hizo a favor del acusado. De una forma u otra, lo hundieron.

    ?Había jurado amarla y protegerla y la mató cobardemente?, resaltó el querellante Nayi. La madre de la víctima no pudo hablar de la emoción.

    Cristina y Campos se conocieron en 2015 y en 2017 se casaron. A los meses, según la causa, empezó el suplicio para ella. En 2018, la mujer fue asesinada a traición.

     

  • Córdoba: condenaron a perpetua al policía que mató a su esposa de un balazo

    Ricardo Campos fue hallado culpable de homicidio triplemente calificado por la Cámara 6ª del Crimen. Actuaron jurados populares. La víctima fue Cristina Rodríguez, quien era madre de tres chicos. El uniformado insistió hasta último momento que fue un accidente. 

    La Cámara 6ª del Crimen de Córdoba, con la participación de jurados populares, condenó este jueves al suboficial de policía que, hace dos años, mató de un balazo por la espalda y con su pistola reglamentaria a su esposa. El fallo fue por unanimidad.

    La víctima fue Cristina Natalia Rodríguez, quien tenía 39 años y era madre de tres chicos.

    El femicidio ocurrió en la tarde del lunes 10 de septiembre de 2018 en el hogar que ocupaba la pareja en barrio Chateau Carreras, en la ciudad de Córdoba. 

  • El cabo Ricardo Nicolás Campos (29) fue condenado por una gravísima figura penal: homicidio triplemente calificado por el vínculo, por la violencia de género y por la alevosía (cuando la víctima se encuentra indefensa).

    La sentencia coincidió con lo que había pedido el fiscal Martín Berger y los querellantes Carlos y José Nayi.

    Hasta último momento, el policía Campos insistió con que se trató de un accidente y, con su defensa, buscó que todo quedara enmarcado en un homicidio culposo.

    Campos siempre dijo que el disparo fue efectuado de manera accidental por ?un mal movimiento? realizado con ?su mano derecha?, mientras intentaba colocarse el arma en el pantalón. 

    Sin embargo, la investigación echó por tierra esta versión y se centró en una serie de indicios y pruebas: contradicciones del acusado, pericias balísticas y otros informes de Policía Judicial y testimonios de las amigas y hasta de una hija de la víctima que refirieron que Cristina era víctima de violencia de género (psicológica).

  • Si bien resta conocer los fundamentos del fallo, está claro que para los jurados populares y los jueces el hecho se enmarcó en un caso de violencia de género. No menor es que la víctima se encontraba de espaldas (indefensa), cuando se produjo el disparo (ahora confirmado) intencional. De allí, que todo haya sido encuadrado con el agravante de alevosía.

    La mujer era madre de tres chicos de otras parejas. Se había conocido con el policía, se pusieron de novios y en 2017 se casaron. Las actitudes violentas del cabo (según declararían las testigos) comenzaron al poco tiempo.

    El femicidio ocurrió en 2018.

    Campos se desempeñaba en la División Motos de la Policía.

     

    La voz del Interior 3-12-20

     

     

    El acusado insiste en que fue sin querer.

  • Lo juzgan por homicidio triplemente calificado.
  • Un suboficial de la Policía de Córdoba, que mató de un balazo por la espalda a su esposa en el dormitorio de la casa donde vivían en el barrio Chateau Carreras, de Córdoba capital, comenzó a ser juzgado en la Cámara 6ª del Crimen. Participan jurados populares.

    El acusado es el cabo Ricardo Nicolás Campos (29), quien llegó a juicio acusado por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por la violencia de género y por la alevosía (cuando la víctima se encuentra indefensa).

    El drama sucedió en la tarde del 10 de septiembre de 2018.

    Desde un primer momento, el suboficial Campos insiste en que se trató de un disparo accidental, efectuado con su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros.

    El efectivo indicó que, mientras su esposa se ponía los zapatos sentada en la cama matrimonial, ya que ?se iban al cine?, él sacó el arma de la mesa de luz y trató de introducirla en el pantalón.

    En esas circunstancias, según aseguró, la pistola se disparó. Dejó trascender que el arma tenía una bala en la recámara porque había tenido un operativo la noche anterior.

    Eso mismo volvió a señalar este martes en el arranque del juicio oral en su contra.

    Desde la cárcel de Bouwer, donde se encuentra preso, Campos declaró sin responder preguntas a través del sistema de videollamadas.

    Aseguró e insistió en que fue un accidente.

    Ni la fiscal que investigó todo (Betina Croppi) ni el actual acusador (Martín Berger) le creen en absoluto.

    Por un lado, los distintos peritajes balísticos echan por tierra ciertas afirmaciones; luego, hay inconsistencias respecto de con qué mano sujetó la pistola, y, un dato no menor, hay testimonios de allegadas a la mujer que aseguran que ella era víctima de violencia de género y se quería separar de él.

    La pena para el homicidio triplemente calificado es la prisión perpetua. La pena para el homicidio culposo no supera los seis años.

    Testimonio comprometedor

    La primera testigo que declaró en el juicio fue una policía.

    La agente Ana Díaz (de la Policía Barrial) fue una de las primeras policías que arribaron al lugar de los hechos aquella tarde.

    ?Estábamos en la habitación. Mientras el cabo Campos hablaba con los jefes que habían llegado y contaba que el disparo había sido accidental, yo sostenía a la chica en el piso. Ella sangraba y me miraba y negaba con la cabeza. No hablaba, pero movía la cabeza de un lado para el otro, de derecha a izquierda, negando lo que decía su esposo?, relató la testigo.

    La declaración de la uniformada fue una absoluta sorpresa en el juicio, ya que no se conocía ese relato.

    Ante preguntas de la defensa, la policía testigo negó que a la víctima se le hubieran ido los ojos hacia atrás. Indicó que la mujer la miraba fijo y que aún no tenía palidez.

    La testigo remarcó que la mujer, mientras aún vivía, la miraba fijo y negaba todo con la cabeza.

    Tanto el fiscal Berger como los querellantes Carlos y José Nayi (quienes representan a la madre de la víctima) tomaron nota de todo.

    La testigo añadió que, cuando era trasladada en un patrullero al Instituto Modelo Cardiológico, la víctima tampoco hablaba, pero ya ni se movía.

    Luego murió.

    El disparo 9 milímetros le había dado en la espalda y la había atravesado.

    Sin testigos presenciales

    En la casa, además de la pareja, estaba la hija mayor de la mujer, pero en otro cuarto. Además, estaba escuchando música.

    La joven declaró en la investigación que oyó una detonación y salió a la calle, donde se encontró al policía que pedía ayuda en una garita cercana.

    La chica diría luego que Campos abrazó a su mamá y que decía: ?¿Verdad que fue un accidente? Perdoname. ¿Verdad que fue un accidente??.

    Se espera este relato en el juicio.

    Violencia de género

    Si bien no obran denuncias por violencia de género, sí hay abundantes testimonios recolectados en la causa que abonan la hipótesis de que Cristina Rodríguez era víctima de violencia de género a manos del hoy acusado.

    Existen relatos que hacen hincapié en insultos, en amenazas, en malos tratos y en actitudes celotípicas al extremo.

    Por caso, el policía la seguía a todos lados ?según la causa? y hasta había empezado a ir al gimnasio adonde iba ella.

    La mujer se quería separar y hasta lo habría echado de la casa.

    Pruebas

    A la hora de elevar a juicio, y desechar de plano la figura de un supuesto homicidio culposo, la fiscal Croppi se basó en los relatos de violencia, como así también en distintos peritajes de la Policía Judicial, por caso los balísticos, que hacen perder peso a la versión de un disparo accidental.

    Además, otro elemento que no quedó claro y que se discutirá en el juicio es la mecánica del hecho: si estaba colocándose el arma, ¿por qué sujetaba la pistola con su mano inhábil?

    Otro elemento no menos importante es el arma en sí misma.

    Se trata de una Bersa Thunder Pro, un arma que cuenta con un sistema de seguro especial y de doble acción precisamente para que no haya disparos accidentales.

  • La Voz del Interior 25-11-20

  • Cristina Rodríguez era madre de tres chicos.

  • Arranca el juicio contra su esposo.
  • El policía insiste en que fue un error.
  • La fiscalía y la querella hablan de alevosía.

Que la mató de un balazo con la pistola reglamentaria, no hay dudas. Que la pareja no andaba para nada bien y que se discutía sobre una separación definitiva, tampoco. Que el drama destruyó a ambas familias, no está en tela de juicio.

Lo que sí se va a discutir, y en el marco de un juicio con jurados populares, es si el homicidio de la mujer ocurrió en el marco de un accidente o si, por el contrario, todo sucedió en el plano de la violencia de género.

Cristina Rodríguez tenía 39 años y era la madre de tres chicos.

El pasado 10 de septiembre de 2018 recibió un balazo por la espalda y que la atravesó en su casa del barrio Chateau Carreras, de Córdoba Capital. Murió al rato en una clínica.

Su esposo, el policía Ricardo Nicolás Campos (29), comenzará a ser juzgado en horas en la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba. El suboficial, quien se encuentra detenido en la Cárcel de Bouwer, llega a juicio con una gravísima acusación sobre su espalda: homicidio triplemente calificado por el vínculo, por la violencia de género y por la alevosía.

El uniformado y su defensa insisten en que todo fue un accidente. Insisten con un homicidio culposo.

La versión del policía, esbozada a horas de aquel drama, es que el disparo se había producido mientras sacaba la pistola reglamentaria de una mesa de luz y se la acomodaba cuando se disponían ir al cine, junto a su esposa.

No hay testigos presenciales.

La otra persona que estaba en la vivienda cuando sucedió todo era una hija de la mujer. La adolescente se encontraba en su cuarto, oyendo música, cuando pasó todo.

La investigación, basada y sostenida en distintos peritajes y testimonios de allegados a la mujer, convencieron a la fiscal Betina Croppi, del fuero de violencia familiar, de detener al policía ese mismo día y acusarlo con gravísimos cargos.

Ahora, en la sala de audiencias, la acusación estará en manos del fiscal Martín Berger. El juicio oral será extenso y complejo.

Hay dos partes querellantes que trabajarán a su vez en el juicio. Por un lado, está la madre de la víctima; por otro; una hija de la mujer.

En caso de ser condenado por homicidio triplemente calificado, el policía se enfrenta a una pena de prisión perpetua.

El homicidio culposo, en tanto, prevé un máximo de 6 años de cárcel.

Un jurado popular decidirá todo.

Balazo y muerte

El drama sucedió en la tarde del lunes 10 de septiembre de 2018 en la casa ubicada en calle Boyero al 400, en el barrio Chateau Carreras.

En esa vivienda residían Cristina Rodríguez, junto a su esposo, el cabo Campos. Estaban en pareja desde hacía cuatro años y se habían casado en 2017. La mujer tenía tres hijos fruto de otras relaciones.

Aquella tarde, Cristina recibió un balazo en la espalda, a la altura de la clavícula, que le causó gravísimas heridas en el tórax. Murió en el Instituto Modelo de Cardiología.

Al ser entrevistado por policías y luego por funcionarios judiciales, el suboficial Campos relató que todo sucedió mientras se preparaba para ir al cine con su mujer.

Añadió, según fuentes citadas en su momento, que el disparo había sido accidental y que todo había sucedido cuando, tras sacar el arma de la mesa de luz, comenzó a ponérsela en la cintura. En esas circunstancias, según dijo, de forma accidental se accionó la cola del disparador.

En un primer momento, el efectivo fue imputado por homicidio culposo.

Bastó, sin embargo, que la fiscal Croppi llegara al lugar y, tras analizar la escena del crimen y ciertas circunstancias, dispusiera que el uniformado quedara preso por femicidio.

Contexto de violencia

Fuentes judiciales señalaron que, si bien no obran en la causa denuncias previas por hechos de violencia conyugal, sí existen testimonios que darían cuenta de que la pareja andaba muy mal. En ese marco, existen expresiones de allegadas a la víctima que señalan que la mujer se quería separar por supuestos hechos de violencia y de maltrato.

Analía de la Vega, amiga de la víctima, declaró en su momento: ?La semana pasada estaban por separarse. Y pasó esto. Le dije que dejara esa relación porque la iba a terminar matando. Le faltaba el respeto. La agredía verbalmente?, contó la mujer a la prensa. ?Él le dijo que no quería (separarse), que la amaba. Él era muy temperamental. Ella era un ángel?, indicó la mujer.

?De ninguna manera se puede hablar racionalmente de accidente. El crimen de esta víctima es el epítome de una cadena de actitudes disvaliosas del policía. Fue una relación colonizada por la infidelidad, la violencia física y verbal, y el sometimiento. El común denominador, además, era denigrar y despreciar por parte de este policía a su esposa constantemente?, sostuvo el abogado Carlos Nayi, quien representa como querellante a la madre de Cristina (Silvia Pacienza).

?Cristina había decidido terminar la relación y le había pedido que se fuera de la casa Él no aceptó. La decisión de la víctima fue su sentencia de muerte?, agregó el querellante, quien pedirá la pena de prisión perpetua.

Juicio en pandemia

De no mediar ninguna sorpresa de último momento, el juicio oral arrancará mañana en la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba. El juicio contará con jurados populares. Todos estarán en la sala con las medidas de protección exigidas por el Covid-19. También estarán presentes las distintas partes, jueces, fiscal (sin colaborador), defensa y querellas.

El acusado seguirá todas las instancias, a través de videoconferencia, desde la Cárcel de Bouwer.

Si bien está prevista la comparecencia de numerosos testigos para declarar, todo indica que habrá una fuerte discusión entre las partes a la hora de analizar los distintos peritajes realizados por los gabinetes especializados por la Policía Judicial en torno a este dramático episodio

La Voz del Interior 23-11-2020

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