LAS DISTINTAS CARAS DE LA LEY- Revista Matices

05 / 10 / 2015 | General
LAS DISTINTAS CARAS DE LA LEY- Revista Matices

Uno habla de modo pausado y suave, casi frágil, siempre buscando precisión. El otro es exuberante, extrovertido, la voz áspera y convencida. Son los abogados que más horas de pantalla televisiva tienen por semana a partir de su participación en los casos judiciales más notables. Carlos Nayi y Ricardo Moreno, dos caras bien distintas de la ley.

Por Juan Cruz Taborda Varela ? Fotos: Facundo Sarría

La pulcritud, la solemnidad, lo medido a cada paso, a cada palabra. El estudio jurídico de Carlos Nayi, en el microcentro cordobés, guarda las mismas señas que el hombre que cada día aparece en televisión para dar cuenta de la marcha de las causas Alós o Corradini o alguna otra de repercusión pública, siempre del lado de las víctimas.

nayi-moreno1Carlos Nayi no tiene Facebook ni WhatsApp y los mensajes de texto los responde a las 4 de la mañana. Cuando para muchos termina la noche, para él empieza el día. Tono y carácter de monje laico, Nayi es un asceta que tiene una misión: él lo llama causa. ?Lo de las 4 de la mañana es un hábito, es la mejor hora para estudiar, para escribir, para trabajar los expedientes. Nadie me impone venir a las 4 de la mañana, lo disfruto, tengo fuerzas para hacerlo?.

 

 

nayi-moreno2Ricardo Moreno es abogado penalista al igual que Nayi. Pero a diferencia de Nayi, que siempre está defendiendo a las víctimas, Moreno no tiene problemas en asumir causas que lo ponen del lado del acusado: el menor que atropelló a Mariana Ellena o Claudio Cáceres, el jefe de la barra brava de Talleres. Pero los más famosos de sus defendidos, por lejos, fueron el ?Gordo? Valor y el ?Porteño? Luzi. Moreno no sólo los defiende. No tiene problemas en decir que mantiene con ellos una buena relación personal. Moreno, de cuna obrera y peronista, único profesional de su familia, sí tiene WhatsApp con decenas de mensajes sin contestar: el color delata que aún no los ha leído. También tiene oficinas en el centro capitalino, pero no la conocemos: se olvidó las llaves y vamos a charlar en un bar de La Cañada.

Pese a las siderales y evidentes diferencias profesionales, Moreno y Nayi se respetan, se estiman y no se juzgan: uno del lado de los ?buenos?, el otro del lado de los ?malos?. Dejan que cada uno haga su trabajo y guardan, ambos, un solemne silencio sobre la labor del otro.

Todo en familia

En el estudio de Carlos Nayi trabajan 11 personas: 8 forman parte de su familia. Padre, esposa, hijos. Todos  integran el buffet que más temprano prende las luces en la ciudad de Córdoba. En los últimos años, el hombre de hablar sigiloso y preciso y que apenas mueve el 10% de los músculos de la cara cuando lo hace,  logró cada vez más protagonismo en la pantalla de los noticieros cordobeses. Se puso al frente de causas que habían espantado a otros letrados, como el caso del asesinato del panadero Corradini, y ello lo expuso.

El estudio de Moreno está integrado por 8 personas. Al igual que Nayi, la familia también lo acompaña: 2 hijas y un yerno forman parte del buffet.

Con 33 años ?ininterrumpidos? ?lo destaca con vehemencia- como abogado, Nayi explica que siempre mantuvo la misma línea: toda persona tiene el derecho de acceder a una defensa. ?Pero he procurado ser coherente asistiendo a la parte víctima, al querellante, al débil contractual, a la persona que necesita que se le dé la posibilidad de usar la herramienta de acuerdo a la ley para lograr justicia. Estamos trabajando como un albañil, humildemente, paso a paso, minuto a minuto, ladrillo a ladrillo, en la construcción de un diseño de justicia diferente, estoy convencido que soplan nuevos vientos?.

Moreno lleva 26 años como abogado. No le cabe la idea de humildad ni se pone en lugar de justiciero popular. ?Soy un ganador. No me gusta perder. Busco siempre ganarle a la justicia, siempre ganarle a la ley, sea el autor del hecho culpable o inocente, porque esa persona me paga para que le dé el mejor resultado?. Y cuenta el regalo que le hizo su cliente más mentado, el ?Gordo? Valor: una tarjeta personal en donde la imagen de Al Pacino en El abogado del diablo fue reemplazada por la cara del letrado cordobés. ?Dr. Ricardo Moreno. El abogado del diablo?. Más abajo, chiquito, Valor le agregó: ?El mal siempre triunfa?.

De qué lado estás

_ José Ignacio Garona, abogado defensor del genocida Agosti en el Juicio a las Juntas, explicó su defensa diciendo: ?Uno en el fondo es un técnico. Trata de que no se violen los derechos individuales de cada imputado?.

CN: El abogado es un técnico. Pero antes que técnico es un ser humano que tiene principios, que debe ser coherente. Y que no se vende en cada requerimiento. Es absolutamente independiente y está en esta labor por encima de los hombres y por debajo de Dios, no tiene sexo. Solamente, él, en soledad, es el dueño de la decisión que va a asumir: si es coherente o no defender a un violador cuando ha publicado trabajos totalmente contrarios a la conducta que asumen estos depredadores que están a la caza de indefensas víctimas. La falta de coherencia tiene que ver con la pérdida de honestidad, de objetividad. Toda persona tiene derecho a ser defendida. Y todo abogado tiene el derecho, también, a elegir a la persona que defiende.

RM: Si hablamos de los principios de igualdad que nos brinda la Constitución, no puedo mirar con pruritos o con tabúes a quien defiendo. Yo fui abogado del ?Porteño? Luzi, un tipo despreciado por toda la sociedad y que hoy es un pastor evangélico, que no ve la hora de cumplir su condena a los efectos de salir a predicar la palabra de Dios. Era un enfermo social y está muy cerca  de salir; y quiere salir en libertad y a predicar.

_ ¿De qué lado se siente más cómodo: defensa o querella?

CN: De la querella. No lo busqué. Es muy extraño, pero caracteriza el perfil que ha marcado la actividad mía, no sé si tiene que ver con mi personalidad o con el patrón de marcha con el que ejerzo la actividad, pero he sido buscado, por lo general, para asistir al querellante. Y me siento más cómodo. Me hizo crecer como persona y como profesional, demostrando que la Justicia debe estar al servicio de la gente, que sirve para salvar la vida y aliviar el dolor.

RM: Mi servicio de abogado penalista va dirigido a todo aquel que me pague los honorarios. Los familiares me tienen que poner la problemática arriba del escritorio para que yo se lo resuelva. El penalista es como un médico: venís con un dolor y te da un remedio. Yo tengo que buscar los caminos, los remedios para que ese dolor que tiene la familia no exista más, buscando el mejor resultado. La filosofía de un abogado penalista siempre tiene que ser con una mentalidad ganadora, buscando la estrategia para que se aleje al individuo de la imputación. De esa forma se busca el camino de la libertad. Sea culpable o sea inocente.

Moreno insiste en que la posible responsabilidad del hecho no le importa: ?Sea culpable o inocente de cualquier delito, porque para eso me pagan: para que yo los defienda?.

_ ¿Eso incluye violadores, por ejemplo?

RM: Yo no tengo prurito con nadie. Siempre y cuando me paguen mis honorarios, yo defiendo a todo el mundo, porque todo el mundo merece ser defendido porque así lo consagra la Constitución. Todo profesional del Derecho jura defender a cualquier persona que tengo un problema. La Constitución consagra el principio de la inocencia.

Nayi es el otro extremo. Confiesa, no con culpa pero sí con arrepentimiento, haber atravesado situaciones incómodas. Y optó por esquivarlas: ?He tenido oportunidad de encontrarme con situaciones que me han generado confusión, de las que no he estado convencido. Y me han generado una gran incomodidad. Desde estas experiencias uno crece y se fortalece para no volver a cometer ese error. Esto no es una entidad financiera. La cuestión económica debe sobrevenir con posterioridad como consecuencia del buen trabajo realizado. Creo tener autoridad moral para decirlo, he demostrado que el fin económico no es el que me impulsa?.

_ Viene una persona, solicita el servicio, reconoce haber cometido el delito, ¿igual se lo defiende como un inocente?

CN: Agudizo el sentido. Si alguien viene y me dice: Doctor, yo he violado a una mujer, ¿cuánto cuesta su servicio? ¿$30 mil? Le voy a decir que no. Si alguien viene y me dice que ha robado un banco y me ofrece $500 mil, le voy a decir que no. Si alguien viene y me dice, como ocurrió: Doctor, me acusan de haber participado en el robo de la vivienda de una anciana pero no tengo nada que ver, lo voy a defender. Pero voy a tener recaudos, voy a evitar que se me utilice como un instrumento, como en su momento me sentí.

nayi-moreno5Ganarle a la Ley

_ Qué pasa por la cabeza del abogado cuando sabe que su habilidad técnica, su manejo de la ley, le va a ganar a la justicia.

CN: Tenemos que ser leales con nosotros mismos, con la persona que asistimos y con el Tribunal. Cuando dejamos de serlo, se quiebra ese sagrado equilibrio y la mentira termina convirtiéndose en una trampa mortal, para el abogado y para el cliente, que en vez de encontrar alivio, termina encerrado en algo que lo va a dañar.

RM: Estoy acostumbrado a eso.

_ ¿A ganarle a la justicia?

RM: Es mi especialidad. Para eso me pagan los honorarios. Mi satisfacción es una labor profesional exitosa que cumplió el cometido que se había trazado. Si actuó bien o mal la persona imputada es un tema que hace a la órbita de la Justicia, que determinó que esa persona saliera en libertad. La libertad no la da el abogado penalista, él no pone la llave en la celda para que el preso se vaya. La llave la pone el juez, que tiene los elementos de prueba suficientes para determinarlo.

_ ¿Pregunta a sus clientes, en reserva, sin son inocentes o culpables?

_ RM: No me interesa, en lo más mínimo.

_ ¿Pregunta o no?

_ RM: No le pregunto, no me interesa. Pero muchas veces uno se da cuenta de acuerdo al planteo que hacen los clientes. ?Me agarraron a 5 metros de una carnicería donde me involucraron en un hecho con dos revólveres?. No hace falta ni preguntarle.

_ En el caso del ?Porteño? Luzi, ¿sabía que era culpable?

RM: No. Nunca quise buscar si la verdad era la que surgía de sus dichos o no. Al ?Porteño? Luzi busqué siempre la forma de cómo despegarlo de los hechos. Si lo hubiera defendido en todas las causas, hoy estaría en libertad y no se hubiera comido más de 15 años como se ha comido. En el secuestro del pibe Ariente lo defendí y lo saqué sobreseído, y así en 5 ó 6 causas más.

_ ¿Interviene en algún momento en su fuero íntimo, alguna contradicción moral?

RM: No, no existe el tema moral mío con respecto a la persona que estoy juzgando. Yo no me tengo que poner en la persona de la víctima, sólo en la persona de mi cliente que me busca para que lo ponga en libertad. Yo tengo moral con mis hijas, con mi familia, con mis amigos. Pero moral en mi profesión? Tampoco soy un inmoral.

_ ¿Amoral?

RM: Que  me afecte en mi moral las defensas sería contradictorio con la profesión que amo. Lo moral no afecta en lo más mínimo.

_ ¿Hace falta psicólogo?

RM: No. Cuando fui a un psicólogo, salí siendo yo el psicólogo del propio psicólogo, lo volví loco.

Moreno reconoce que una vez una victoria le dio tristeza. La única vez. Y lo cuenta:

_ Tuve un éxito profesional que para mi fue el más triste de toda mi carrera. Hubo dos hermanitas González que hace unos 20 años fueron a festejar un Día del Estudiante. Fue en la zona de Villa Rivera Indarte, donde había un  campamento  y unas 4, 5 alimañas humanas las violaron y las asesinaron. Como parte querellante estuvo el Doctor Carlos Hayrabedián defendiendo los intereses de la familia González. Había dos imputados sentados en el banquillo de los acusados. Uno recibió prisión perpetua. Y el otro, que yo defendía a ultranza con la convicción de que defendía a un inocente que nada tenía que ver, resultó absuelto. Una vez que pasa eso, al minuto, éste me dice con alegría en su rostro:

_ Doctor, de la que me salvé?

_ ¿Cómo? ?le pregunté-.

_ Sí, si yo fui autor del hecho.

_ ¿Nunca me lo dijiste?

_ ¿Y si se lo decía y usted no me defendía?

Ese día me volví muy triste a mi casa. En primer lugar por el padre de la víctima. Y en segundo lugar por la desilusión de haber defendido a un culpable que yo creía inocente, y que me convenció que era inocente. No me fui con la alegría de la absolución, del éxito profesional. Me fui triste, tengo tres hijas. Tengo grabada en mi cabeza el rostro de dolor de un padre que tuvo que sufrir el vil asesinato  de dos hijas por parte de alimañas, y de un tipo que hoy sigue en libertad.

_ ¿Y si le hubiera dicho que era culpable?

_ Lo mismo lo hubiera defendido y lo mismo hubiera buscado la absolución. Pero yo estaba convencido que era inocente.

ManiI-Pulite

_ Un reconocido penalista porteño dijo que ustedes, los abogados, eran grandes manipuladores.

nayi-moreno7CN: No me ha pasado porque no lo he querido, no lo he buscado y jamás lo buscaré. Si no he cambiado a esta altura nunca más lo voy a hacer. Y es el consejo que le doy a muchos abogados recién recibidos: que procuren seguir esta línea, que es la mejor manera de estar del lado de la gente y de obtener gratificación.

RM: La convicción en la defensa es buscar la forma de que tu cliente salga eximido. La convicción, que puede llamarse manipulación, es demostrarle al juez que la persona que estás defendiendo no ha tenido esa conducta o la ha cometido de forma más atenuada.

_ ¿Qué pasa con sus colegas que no tienen esa misma línea?

CN: No efectúo un control de calidad de la labor efectuada por otros abogados. Ni los justifico ni los condeno.

RM: Creo que esos abogados equivocaron el camino. Tendrían que haber rendido para ser fiscales y ahí sí convertirse en defensores de la sociedad y de la víctima, y no abogado penalista, que tiene otro rol.

_ ¿Se siente un solitario?

CN: Absolutamente solitario. El costo, y debo confesarlo, profesional, personal y familiar que he tenido que soportar ha sido muy alto. No es fácil sobrellevar una vida en donde, mientras se necesita tranquilidad espiritual, sé que la familia está en situación de riesgo a partir de la amenaza cobarde y anónima por los  casos muy complicados en los que me ha tocado actuar. No es fácil convivir con custodia permanente, no es fácil no tener intimidad en la familia, no es fácil no tener vida personal fuera de las paredes del estudio. No es fácil salir con una persona que le coloca un chaleco antibalas a las 4 de la mañana para ser trasladado en el auto y llegar a su trabajo. Es convivir con el horror. De todas maneras, vale la pena y vamos a seguir trabajando.

_ ¿Tiene custodio todo el día?

CN: Sí. Muchas veces, lo debo confesar, me escapo, buscando calidad de vida, buscando un respiro. Es algo intuitivo. Pero bueno? Está ordenado por la Justicia, hay custodia domiciliaria, en el estudio y una ambulante sobre mi persona,  permanente. El chaleco debo usarlo desde que salgo de mi domicilio, muy temprano. Es el horario del cual no me he apartado nunca: 4 de la mañana ya estoy aquí todos los días. La labor se extiende hasta las 20 horas. De lunes a jueves. Es un estudio de familia, se trabaja de modo artesanal. Todo se pone, hasta dar la vida.

Milicos NO

_ ¿Defendería a un integrante de la última dictadura que viniera con el discurso de que ellos debieron actuar porque había una ?guerra??

_ CN: No. No lo aceptaría, tengo en claro lo que ocurrió. Efectivamente hubo una contienda, una guerra. Recuerdo las palabras del Fiscal Strassera: la frase ya no me pertenece, le pertenece a toda la sociedad: Nunca más. Y agrego: Bárbaros, las personas no se matan. El valor vida, el hombre, es eje centro de toda persona jurídica.

nayi-moreno6RM: Tendría una animadversión por demás particular en defenderlo. Sufrí esa época como militante. Hay muchos amigos míos que engrosaron la lista de desaparecidos. No lo haría, salvo que me demostrara que no tuvo nada que ver.

_ ¿Y defendería  a un integrante de las organizaciones armadas de izquierda?

CN: Tampoco. La respuesta es la misma. Prefiero conservar mi tranquilidad espiritual y seguir fiel a mis convicciones. No va a quedar en estado de abandono, sobrados son los letrados que están en condiciones técnicas para defenderlo.

RM: Por supuesto, sí. Las organizaciones armadas que actuaron en la época de la dictadura fueron parte de expresiones populares que surgieron de grupos cristianos de la iglesia y que buscaban la salida democrática.

_ ¿Su respuesta se basa en principios políticos?

CN: En principios morales. Se ha matado a traición, sin riesgo personal. Yo no soy juez, prefiero actuar desde la certeza de defender algo justo. Y estos protagonistas no me dan la certeza de algo justo.

RM: Por principios políticos e ideológicos. Con total convicción.

_ ¿En qué momento comenzó su alta exposición mediática?

CN: Me lo he preguntado varias veces. Fue algo progresivo y ha tenido que ver con ese compromiso absoluto que me ha traído muchísimos dolores de cabeza, que asumí en el mismo momento en que juré ejercer la profesión. Una vez me dijeron: cómo vas a aceptar este caso si no te están pagando nada y asumís un gran riesgo. Cuando acepté ese caso no tenía en mi mente que trascendería públicamente, lo hice por la convicción de estar al lado del necesitado, de corazón. Fue resuelto favorablemente, tuve grandes pérdidas económicas y muchos problemas desde el punto de vista personal: amenazas, persecuciones. Me dieron 24 horas para irme del país. Era el año 1983. Conocí hasta dónde podía llegar. Me puse a prueba. Y eso trajo una y otra satisfacción.

RM: Mi cara se hizo conocida en varios momentos. Fui concejal, diputado provincial, estuve en la Secretaría de Comunicaciones. Más la militancia, al lado de De la Sota, de Leonor Alarcia. Pero en los barrios me conocen más por lo profesional y no por la militancia.

 _ Un argumento repetido es: a más exposición publica, más clientes.

CN: No es algo querido. Si termina ocasionando un beneficio porque atrae otros casos, bienvenido sea. No tiene nada de malo. Pero yo no lo busco.

Abogados militantes

_  En el último tiempo hubo mucho debate público sobre la temática del periodismo y su militancia política, si corresponde o no. ¿Qué pasa con los abogados?

CN: No hay incompatibilidad moral ni legal, pero no lo veo conveniente. La persona que ejerce esta misión no puede aprovechar una coyuntura política para obtener un beneficio. Debe existir distancia entre el político, la justicia y el abogado. Si se confunden esos límites, la tarea empieza a estar enrarecida y se produce una invasión tóxica.

RM: ¿Por qué no? Hay odontólogos, periodistas, arquitectos militantes. No influye para nada en mi labor profesional.

_ ¿Nunca temió que su proyección electoral se viera oscurecida por la defensa de delincuentes como Luzi?

RM: No, no. Así como defendí a Luzi defendí un montón de empresarios exitosos, un montón de profesionales exitosos, gente de doble apellido, sacerdotes?

_ ¿De qué acusaciones?

RM: Aberrantes, graves. Pastores evangélicos. Sólo en la brutalidad de un ignorante puede caber la idea de que una elección se circunscriba a la profesión que uno despliega.

_ ¿Aceptaría una candidatura?

CN: Ya me ofrecieron.  Muchas veces me han tentado desde distintos lugares. He dicho que no. Lo  que busco no es posicionarme, es estar al lado de la gente.

_ Desde la función pública también se puede ayudar.

CN: Estoy más cómodo en este lugar. Nunca tuve militancia. Y la idea es no tenerla nunca, realizar esta función desde el estado de pureza.

A Moreno no es necesario preguntarle si aceptaría: fue candidato y lo vuelve a ser ahora en octubre, como aspirante a Diputado Nacional por el Frente para la Victoria. Reconoce que en la materia tiene aspiraciones infinitas. Que la próxima es recuperar el PJ de Córdoba para que el partido gobierne la ciudad en 2019.

_ ¿Candidato a intendente?

_ Todos los que estamos en política tenemos aspiraciones.

Preguntitas sobre Dios

_ ¿Es creyente?

CN: Absolutamente.

RM: Me acuesto con Dios y me levanto con Dios. Voy todos los domingos a misa. No me confieso. No tiene por qué el cura saber qué pienso yo y qué pecados he cometido. Que los sepa Dios.

_ ¿Los principios religiosos intervienen en lo profesional?

CN: No puedo separar una cosa de la otra. Y le voy a hacer una confesión: me ha pasado más de una vez en que le he pedido a un cliente aferrarse a Dios, aunque mi misión es otra. Y también le he pedido a Dios por esa persona que, más allá de necesitar una respuesta judicial, necesita una respuesta de alguien que está mucho más arriba. Me aferro mucho a Dios en el cumplimiento de la misión.

RM: En nada. No las tengo en cuenta: me levanto y me acuesto con Dios. En el medio está mi labor profesional, no interviene en lo más mínimo. Rezo por el alma de mi padre, de mi madre y de mi hermano que no los tengo y pido que me acompañen.

Cuervos NO

Al final, les propongo una reflexión a partir de un fragmento de la serie Los Simpson. El abogado que habitualmente aparece en la tira, estereotipo del cuervo que espera ansioso la carroña sobre la cual lanzarse, se pregunta:

_ ¿Te imaginas al mundo sin abogados?

Al interrogante le siguen imágenes de una paz mundial impensable. El abogado de la serie dice: ¡Qué horror!

A Nayi, músculos imperceptibles en su faz, no le causa nada de gracia: ?Los abogados somos un instrumento fundamental para construir una sociedad distinta., para lograr una convivencia civilizada. Se puede vivir sin riqueza, sin belleza, hasta sin salud. Pero no se puede vivir sin justicia. Y a la justicia no se la alcanza sin ese intermediario fundamental que es el abogado. Somos fundamentales para construir una sociedad diferente?.

Moreno, que gesticula tanto más, apenas se sonríe: ?No se ajusta a la verdad del mundo cotidiano y en donde el abogado es un mal necesario para todos. Hay muchos que dicen que son decentes y buenas personas y que nunca van a necesitar un abogado. Muchos de esos tuvieron que pasar por mi estudio?.

Conclusión: A los abogados no les gustan los chistes sobre abogados.

Sobre abogados

El abogado es un técnico. Pero antes que técnico es un ser humano que tiene principios, que debe ser coherente.

Si hablamos de los principios de igualdad que nos brinda la Constitución, no puedo mirar con pruritos o con tabúes a quien defiendo.

 

?Siempre y cuando me paguen mis honorarios,

yo defiendo a todo el mundo,

porque todo el mundo merece ser defendido?

Ricardo Moreno

?No es fácil sobrellevar una vida en donde, mientras se necesita tranquilidad espiritual, sé que la familia está en situación de riesgo a partir de la amenaza cobarde y anónima por los  casos muy complicados en los que me ha tocado actuar?. Carlos Nayi

Tenemos que ser leales con nosotros mismos, con la persona que asistimos y con el Tribunal.

 

Al ?Porteño? Luzi busqué siempre la forma de cómo despegarlo de los hechos. Si lo hubiera defendido en todas las causas, hoy estaría en libertad y no se hubiera comido más de 15 años como se ha comido

?Si alguien viene y me dice: Doctor, yo he violado a una mujer, ¿cuánto cuesta su servicio? ¿$30 mil? Le voy a decir que no?.

 

?Yo tengo moral con mis hijas, con mi familia, con mis amigos. Pero moral en mi profesión? Tampoco soy un inmoral?.

Más allá de los colores

Moreno es hincha de Talleres y abogado defensor de Darío Cáceres, líder de La Fiel, barra brava del club de barrio Jardín. Además de abogado, es su amigo y asegura que es una buena persona que vive de su trabajo en un remis.

 

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