ASESINATO DE JUAN MANUEL VILLALBA,

Juzgarán nuevamente a un remisero por el alevoso crimen de un policía


El acusado, Walter Torres, había sido sentenciado a una pena leve como encubridor del homicidio del policía Juan Manuel Villalba, en Río Segundo. Ahora podría recibir una sentencia mucho más grave. 

En mayo de 2014, la Cámara 2ª del Crimen de Córdoba condenó a una mujer a prisión perpetua por el crimen de su esposo, suboficial de la Policía de Córdoba, cometido cinco años antes con el fin de cobrar un seguro de vida y la pensión de la víctima.

La pena recayó sobre Mirta Susana Acuña (43) por el ?homicidio calificado por el vínculo? de su marido Juan Manuel Villalba (62), mientras que su amante, el remisero Walter Torres (43), fue condenado a cinco años y medio de prisión por el delito de ?encubrimiento agravado?.

El fiscal Raúl Gualda había pedido 13 años de prisión para el remisero por considerar que no era encubridor, sino partícipe del homicidio calificado. Lo mismo entendió el querellante Carlos Nayi (representante de los hijos de Villlalba), quien solicitó la prisión perpetua para Torres.

Sin embargo, los jueces lo sentenciaron a una pena mínima por encubrimiento.

Vuelco en la causa. El crimen fue cometido en mayo de 2009, en Río Segundo, a 40 kilómetros de la Capital, dos meses después del casamiento que la condenada había contraído con Villalba. Acuña tenía 20 años menos que la víctima. Durante el debate, se ventiló que con Torres eran amantes desde antes del casamiento.

De acuerdo con la acusación, tras ser asesinado de un tiro con un revólver calibre 32, el cuerpo de Villalba fue trasladado hasta un camino rural, próximo a Río Segundo, cerca de la Ruta C45, en la localidad de Lozada.

Acuña recibió la pena máxima. La "discordia" judicial estaba planteada en torno a Torres, por lo que el fiscal Gualda y el querellante Nayi apelaron la sentencia y en las últimas horas hubo novedades: el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) les dio la razón y ordenó que el remisero sea juzgado nuevamente, esta vez como presunto partícipe en el delito de homicidio calificado por alevosía. 

"Villalba fue ejecutado mientras dormía, por lo cual no hubo defensa de su par. Eso es alevosía", explicó a Día a Día el querellante Nayi, quien adelantó que cuando comience el nuevo juicio pedirá "la pena máxima" contra el remisero. 


Día a Día 22-12-15


Perpetua para la mujer que asesinó a su marido


En tanto, Walter Torres, amante de Mirta Susana Acuña, fue condenado a cinco años y 6 meses de prisión por encubrimiento agravado. Además, Acuña deberá pagar 897 mil pesos a los hijos de Villalba.

La Cámara Segunda del Crimen condenó a cadena perpetua homicidio calificado a Mirta Susana Acuña, la mujer acusada de asesinar a su marido, un suboficial mayor de la Policía con las intenciones de quedarse con el seguro de vida y la pensión de éste. Además, Walter Torres, amante de Acuña, fue condenado a cinco años y 6 meses de prisiónpor encubrimiento agravado.

Este crimen ocurrido en mayo de 2009 en la localidad de Río Segundo, se desencadenó poco tiempo después del casamiento de la acusada, Mirta Acuña, con la víctima el policía Villalba.

Carlos Nayi, abogado de la querella, se mostró conforme con el fallode la Cámara Segunda del Crimen y señaló: ?Ha llegado la hora de la verdad y la Justicia ha puesto las cosas en su lugar. Acuña fue condenada con la máxima pena que es la prisión perpetua y declarada autora penalmente responsable de homicidio calificado. Con respecto al coimputado, el amante, fue condenado a cinco años y 6 meses de prisión por encubrimiento agravado. Esta condena ha diferido con respecto a lo solicitado por la Fiscalía y la querella pero entiendo que, a la luz de las pruebas colectadas, es altamente satisfactorio el resultado?.

Por otro lado, Nayi manifestó que este fallo es un ?mensaje claro para con todas aquellas personas que anteponen cuestiones económicas con la necesidad de preservar una vida?: ?La avaricia y la ambición por obtener dinero primó sobre la necesidad de preservar una vida humana?, dijo.

Además, le impusieron a Acuña una pena por daño moral por lo que deberá pagar a los hijos de Villalba 897 mil pesos.

La Mañana de Córdoba 7-5-14


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Una mujer fue condenada ayer a prisión perpetua por el crimen de su esposo, suboficial de la Policía de Córdoba, cometido hace cinco años con el fin de cobrar un seguro de vida y la pensión de la víctima. La pena recayó sobre Mirta Susana Acuña (42), por el ?homicidio calificado por el vínculo?, de su marido Juan Manuel Villalba (62), mientras que su amante, el remisero Walter Torres (42), fue condenado a cinco años y medio de prisión por el delito de ?encubrimiento agravado?. 
Según la sentencia, impuesta por la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba y conformada también con jurados populares, la viuda también deberá indemnizar con 897.000 pesos por daño moral a los hijos que la víctima tenía de una relación anterior.

Lo mató a dos meses de casarse. El crimen fue cometido en mayo de 2009, en Río Segundo, a 40 kilómetros de esta Capital, dos meses después del casamiento que la ahora condenada había contraído con Villalba. Acuña tenía casi 20 años menos que la víctima. Durante el debate, se ventiló que con Torres eran amantes desde antes del casamiento.

De acuerdo con la acusación, tras ser asesinado de un tiro con un revólver calibre 32, el cuerpo de Villalba fue trasladado hasta un camino rural, próximo a Río Segundo, cerca de la Ruta C45, en la localidad de Lozada.

El cadáver fue encontrado casi una semana después a raíz de la denuncia, formulada por la mujer, por la supuesta desaparición de Villalba y, si bien en un primer momento se conjeturó con un ajuste de cuentas, luego se trabajó sobre la hipótesis de un homicidio con el fin de cobrar un seguro y una pensión. 
Finalmente, durante las audiencias del debate oral se corroboró que la mujer, desde antes de casarse con Villalba, mantenía una relación amorosa con Torres, un remisero del pueblo.

Fue Por Ambición. Tras conocerse la sentencia, el abogado Carlos Nayi, que representó a los hijos de Villalba como querellantes, aseguró que ?la Justicia puso las cosas en su lugar? al haber condenado a Acuña con la máxima pena y a su amante por encubrimiento agravado. ?Este fallo es un mensaje claro para todas aquellas personas que anteponen cuestiones económicas a la necesidad de preservar una vida?, recalcó Nayi a la prensa. En el mismo sentido, el abogado manifestó que ?en este caso, lamentablemente, la avaricia y la ambición por obtener dinero primó sobre la necesidad de preservar una vida humana, pero la Justicia puso las cosas en su lugar?.

$897 mil por daño moral. La Cámara Segunda del Crimen de Córdoba respaldó el pedido de perpetua de la querella y del fiscal de la Cámara, Raúl Gualda, para quienes el objetivo del crimen fue cobrar el seguro de vida de Villalba: 30 mil dólares en la aseguradora Caruso, que la mujer, Mirta Acuña, finalmente cobró, antes de ser detenida por el crimen.

Con la condena se confirmó la hipótesis de la querella: la mujer mató a su esposo por dinero. Y es dinero, justamente, lo que deberá devolverle a los hijos de la víctima. El representante de los hijos de Villalba, Carlos Nayi, había pedido una suma de 300 mil pesos en concepto de daño moral. Sin embargo, en la sentencia, la Cámara triplicó esa cifra: ahora, junto con la condena, la mujer fue obligada a pagar 897.000 pesos por daño moral a los hijos del policía Juan Villalba.

Dia a Dia 7-5-14

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La Cámara Segunda del Crimen de Córdoba condenó hoy a prisión perpetua a Mirta Susana Acuña por el crimen de su esposo, el policía retirado Juan Manuel Villalba, de 62 años. 
La mujer fue acusada por homicidio calificado por el vínculo y alevosía.
En tanto que el amante de Acuña, Walter Torres, sindicado como su cómplice, fue hallado culpable del delito de encubrimiento por lo que fue sentenciado a cinco años de prisión. 
Según se desprende del caso, la acusada asesinó a su esposo de un balazo con un revólver calibre 22, mientras dormía, con la intención de cobrar un seguro de vida. 
El jurado también ordenó a Acuña a pagar la suma de 900 mil pesos a los hijos de la víctima, que no son suyos, por daño moral.

Cadena 3, 6-5-14


Una mujer fue condenada hoy por la Justicia cordobesa a prisión perpetua por el crimen de su esposo, suboficial de la Policía provincial, cometido hace cinco años con el fin de cobrar un seguro de vida y la pensión de la víctima.

La pena recayó sobre Mirta Susana Acuña (42), por el "homicidio calificado por el vínculo", de su marido Juan Villalba (62), mientras que el remisero Walter Torres (42), con quien la mujer mantenía una relación sentimental, fue condenado a cinco años y medio de prisión por "encubrimiento agravado".

Según la sentencia, impuesta por la Cámara Segunda del Crimen de la ciudad de Córdoba y conformada también con jurados populares, la viuda también deberá indemnizar con 897.000 pesos por daño moral a los hijos que la víctima tenía de una relación anterior.

El crimen fue cometido en mayo de 2009, en Río Segundo, a 40 kilómetros de la capital cordobesa, dos meses después del casamiento que la ahora condenada había contraído con Villalba.

De acuerdo con la acusación, tras ser asesinado de un tiro con un revólver calibre .32, el cuerpo de Villalba fue trasladado hasta un camino rural, próximo a Río Segundo, cerca de la Ruta C45, en la localidad de Lozada.

El cadáver fue hallado casi una semana después a raíz de la denuncia, formulada por la mujer, por la supuesta desaparición de Villalba y, si bien en un primer momento se conjeturó con un ajuste de cuentas, luego se trabajó sobre la hipótesis de un homicidio con el fin de cobrar un seguro y una pensión.

Finalmente, durante las audiencias del debate oral se corroboró que la mujer, desde antes de casarse con Villalba, mantenía una relación amorosa con Torres, quien también resultó condenado.

Tras conocerse la sentencia, el abogado Carlos Nayi, que representó a los hijos de Villalba como querellantes, aseguró que "la Justicia puso las cosas en su lugar" al haber condenado a Acuña con la máxima pena y a su amante por encubrimiento agravado.

"Este fallo es un mensaje claro para todas aquellas personas que anteponen cuestiones económicas a la necesidad de preservar una vida", recalcó Nayi a la prensa.

En el mismo sentido, el abogado manifestó que "en este caso, lamentablemente, la avaricia y la ambición por obtener dinero primó sobre la necesidad de preservar una vida humana, pero la Justicia puso las cosas en su lugar".

La actuación de los jurados populares se debe a que, en Córdoba, dicha figura está prevista para ciertos hechos penales, en virtud de los cuales se conforma un sistema mixto, integrado por jueces técnicos y por jurados populares, que intervienen en la fase final de la audiencia de debate oral.

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El martes fallan en el jucios a presuntos amantes homicidas

 Si se confirma la hipótesis de la investigación y la prueba ventilada durante el debate oral, el crimen del suboficial mayor retirado de la Policía Juan Manuel Villalba (62) sería el típico caso de un asesinato planeado por una mujer y su amante para cobrar el seguro de vida y al mismo tiempo blanquear su relación clandestina.

En esos términos lo entiende el fiscal de la Cámara 2ª del Crimen Raúl Gualda, quien pidió prisión perpetua para Mirta Susana Acuña (34) y 13 años de prisión para quien sería su amante, el remisero Walter Gustavo Torres (42).

De acuerdo a la argumen­tación del acusador, ambos se habrían puesto de acuerdo para matar a Villalba mientras dormía en su propia cama matrimonial.

La veracidad de esta acusación quedará al descubierto el martes próximo cuando se escuche la última palabra de los acusados y el tribunal pase a deliberar.

El hecho

El asesinato se produjo el 15 de mayo de 2009 en la ciudad de Río Segundo. La víctima desapareció ese día y pocos días después fue hallado su cadáver en un descampado, gracias a un llamado anónimo que, según la acusación, habría efectuado el propio Torres.

El entrecruzamiento de conversaciones telefónicas y mensajes de texto (sms) parece haber sido crucial de acuerdo a la prueba revisada durante el juicio, cuyo debate es conducido por Ítalo Vitozzi (presidente) y del que también participan los vocales Eduardo Valdés y José Pueyrredón.

No sólo se han verificado llamadas entre los dos acusados, mediante sábanas telefónicas de las compañías y otros recursos técnicos, sino que también estaría probado que fue Torres quien hizo el ?llamado anónimo? para que la Policía encuentre el cadáver.

Esto, a su vez, coincidiría con el ?móvil? del crimen que manejó la investigación, que sostiene que era preciso encontrar el cuerpo para que la compañía de seguros abonara el resarcimiento a la viuda.

Los ?amantes? se habrían puesto de acuerdo para matar de un disparo a la víctima que dormía en su cama conyugal.

Relación preexistente

Acuña, 28 años menor que ­Villalba, se casó en marzo y dos meses después se produjo el crimen.

Durante el juicio habría quedado probada la relación preexistente entre la mujer y Torres, por dichos de las hijas del primer matrimonio de ella y por un operativo policial que una noche los encontró juntos en un auto, desnudos.

El cadáver habría sido conducido en un Ford Ka y fue hallado con una funda de sábana cubriéndole la cabeza. Esa pieza fue reconocida por el exmarido de Acuña y otra testigo como perteneciente al matrimonio.

También hay pericias quí­micas, como la prueba del ­?luminol?, que detectó abundantes rastros de sangre en la casa del matrimonio, el Ford Ka y otros lugares.

Entre la acusación y el alegato fiscal cambió la carátula de homicidio calificado por el vínculo y por el uso de arma de fuego. Para Gualda, el crimen es calificado por el vínculo y por alevosía, ya que consideró que el suboficial mayor retirado estaba dormido.

También el acusador en el juicio cambió la responsabilidad al no hallar determinadas pruebas en contra del remisero. A él no le solicitó perpetua, sino 13 años de cárcel.

Por su parte, el abogado ­querellante Carlos Nayi, quien ­representa a los cuatro hijos 

de la víctima, pidió por su parte la pena de prisión perpetua para la mujer y el hombre, al considerarlos supuestos responsables del delito de homicidio agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego. Por otra parte, pidió una indemnización 

por 320 mil pesos para los hijos del expolicía.

Por el lado de las defensas, solicitaron las absoluciones al atacar determinadas cuestiones, como el no haberse determinado quién efectuó el disparo, la fecha de la muerte y el no haberse hallado el arma asesina, un revólver calibre 32.


La Voz del Interior 29-4-14


Piden perpetua para la viudad de Juan Manuel Villalba


 El fiscal de la Cámara 2ª del Crimen de Córdoba, Raúl Gualda, pidió ayer la pena de prisión perpetua para una mujer acusada de haber tramado y ejecutado con su supuesto amante el asesinato de su esposo, en 2009, en la ciudad de Río Segundo.

La pena fue solicitada para Mirta Acuña (34), a quien el fiscal consideró como autora del delito de homicidio agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego. Para el supuesto amante de la mujer, Walter Gustavo Torres (42), el fiscal requirió la pena de 13 años de cárcel. Ambos están detenidos.

La víctima del crimen fue el policía Juan Manuel Villalba (62), quien fue ejecutado de un balazo por la espalda, mientras dormía en su cama, el 15 de mayo de 2009. Fue tirado en un descampado en Pilar.

Según la investigación, la mujer habría tramado y ejecutado el crimen para cobrar el seguro de vida.

El abogado querellante Carlos Nayi, quien representa a los cuatro hijos de la víctima, pidió por su parte la pena de prisión perpetua para la mujer y el hombre, al considerarlos supuestos responsables del delito de homicidio agravado por el vínculo, el uso de arma de fuego y la alevosía.

Asimismo, reclamó una indemnización por 320 mil pesos para los hijos del expolicía.

Sigue el juicio

El lunes se reanudará el juicio con los alegatos de los defensores de los acusados, quienes se declararon inocentes.

Ese mismo día, tras la última palabra de la pareja sentada en el banquillo, podría conocerse el fallo. El proceso oral y público se lleva adelante con jurados populares.


La Voz del Interior 25-4-14

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Tanto el fiscal como la querella coincidieron en el pedido, aunque se diferenciaron en la responsabilidad que le cabría a un cómplice. El lunes, sentencia.

El fiscal Raúl Gualda y el abogado que representa a los hijos del suboficial mayor Juan Manuel Villalba, coincidieron en reclamar la pena de prisión perpetua para Mirta Acuña, acusado del supuesto delito de ?homicidio calificado por el vínculo? en perjuicio del policía, con el que se había casado 3 meses antes de su crimen.
El juicio con jurados populares se desarrolla en la Cámara Segunda del Crimen, donde ayer se inició la etapa de las conclusiones, que continuarán el próximo lunes, día en el que se aguarda se escuche el veredicto del tribunal.
La mujer de 32 años está imputado por la muerte de su marido junto a un remisero, con el que supuestamente mantenía una relación amorosa. 
Según la instrucción, Acuña junto a Walter Torres (42) habría planificado el ataque a Villalba, que apareció asesinado de un tiro en la nuca en un descampado en el departamento Río Segundo.
No obstante, el fiscal Gualda consideró que no habría elementos para establecer fehacientemente la participación del remisero en la planificación pero sí en el traslado y ocultamiento del cuerpo. Es por ello que reclamó la pena de 13 años de prisión al considerarlo como partícipe no necesario del delito de ?homicidio calificado por el uso de arma de fuego?. 
A su turno, el abogado querellante Carlos Nayi dijo que no había dudas sobre la participación activa de Torres junto a la mujer, con quien se frecuentaban habitualmente e incluso tenía penada a sus hijas de mantener el silencio sobre los encuentros, por lo que pidió que le se aplica la máxima pena, es decir, prisión perpetua.
Durante las audiencias, que comenzaron a principios de mes, se planteó una historia de amor, engaño e intereses económicos.
Según la instrucción, la noche del 15 de mayo de 2009 Villalba  habría sido asesinado en su propia casa en Río Segundo, luego que los acusados pergeñaran un plan para ultimarlo. El suboficial se había casado con Acuña a principios de marzo de ese año, pero ella lo consideraba un ?estorbo? para sus intereses económicos.
Tras asesinarlo de un tiro con escopeta en la cabeza, los dos acusados habrían trasladado el cuerpo hasta un camino rural próximo a la Ruta C45, en cercanías a la localidad de Lozada, lugar en que fue hallado casi una semana después de la denuncia por la supuesta desaparición de la víctima.
El debate, que preside el juez Ítalo Vitozzi, se definiría el próximo lunes tras los alegatos de las defensas.


La Mañana de Córdoba 25-4-14

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Alegatos en el extenso juicio por el asesinato de Juan Manuel Villalba


Se aguarda que hoy, en la Cámara Segunda del Crimen, se escuchen las conclusiones de las partes que intervienen en el juicio por el crimen del suboficial mayor de la Policía, Juan Manuel Villalba. En el banquillo de los acusados está la viuda de la víctima, Mirta Acuña (32), y el remisero -supuesto amante de la mujer- Walter Torres (42). Será la etapa final del debate con jurados populares, en el que se ventilaron los episodios ocurridos a mediados de mayo de 2009 en la localidad de Río Segundo. Los intereses económicos habrían desencadenado en la tragedia.


La Mañana de Córdoba, 26-4-2014

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Una vecina de la  mujer acusada junto a su presunto amante por la muerte de un suboficial mayor de la Policía,  dijo ayer que la acusada le habría confesado que no amaba al uniformado y sólo se había casado por conveniencia económica. El dato surgió en el primer día del juicio con jurados populares que se ventila en la Cámara Segunda del Crimen contra Mirta Acuña (32) y Walter Torres (42), imputados del presunto delito de ?homicidio calificado? en perjuicio del policía Juan Manuel Villalba, esposo de la primera, hallado sin vida con un tiro en la nuca en un descampado en el departamento Río Segundo.
Herminia Leal fue la única testigo del debate que se inició ayer, y que tiene a los cuatro hijos de Villalba como querellantes.
La testigo indicó que el día de la supuesta desaparición de la víctima lo había observado con ropa oscura, describiendo cómo estaba vestido, y descartando la versión de la imputada que se había manifestado en otros términos. La descripción de la indumentaria por parte de la testigo coincidió con la que el cuerpo de Villalba fue hallado una semana después de la denuncia de su ausencia en la casa que compartía con Acuña, con quien se había casado dos meses antes. 
Además, indicó que, poco tiempo después de la muerte de Villalba, la mujer habría convivido con quien era su primer marido, al que habría corrido de la casa luego de apoderarse de 30 mil pesos.
Cabe recordar que la presunción de la acusación es que Acuña y Torres habrían planificado el ataque mortal a Villalba (64), con el objetivo de quedarse con el seguro de vida y la pensión del suboficial. Los episodios ventilados ocurrieron a mediados del mes de mayo de 2009 en la localidad de Río Segundo.
Se espera que hoy se escuchen cuatro testigos en la continuidad del debate, que se inició con el silencio de la principal sospechosa y la palabra de Torres, que dijo no entender por qué estaba sentado ahí.


La Mañana de Córdoba 4-4-14

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Con 30 años de diferencia, ella decidió casarse con él. Su intención era valerse de su dinero, apoderarse de sus bienes y acceder a su seguro de vida. Precisamente, con ese objetivo, apenas dos meses después del casamiento tramó junto con su amante el brutal crimen de su esposo. El hombre, un expolicía, fue asesinado de un balazo en la nuca mientras dormía, fue subido a un auto y tirado en un monte.

Esta es la reconstrucción, la hipótesis central de la acusación contra una mujer quien, junto con un hombre, comenzará a ser juzgada desde hoy por la Cámara 2ª del Crimen de Córdoba, con jurados populares.

La protagonista central de esta historia es Mirta Susana Acuña (34), quien será juzgada por homicidio calificado por el vínculo por el asesinato de su esposo, el exsuboficial mayor Juan Manuel Villalba (62), ocurrido en 2009 en la ciudad de Río Segundo. Junto a ella, en el banquillo de los acusados, estará Walter Gustavo Torres, un remisero de 42 años, quien según la acusación era su amante.

De ser condenados, podría caberles la perpetua. Ambos se declararon inocentes.

Esta historia de amor, traición y muerte sucedió en 2009 en la ciudad de Río Segundo.

El caso se agrega a una serie de episodios criminales similares ocurridos en los últimos años en la provincia Córdoba, en los que parejas que supieron jurarse amor y respeto, tanto en la salud como en la adversidad, en la pobreza y en la riqueza, terminaron envueltos en dramas de sangre y muerte.

Ejecutado en la cama

En la noche del 15 de mayo de 2009, el expolicía Juan Manuel Villalba se acostó a dormir en su cama matrimonial. Estaba exhausto, luego de la extensa jornada de trabajo que había tenido como guardia de seguridad. Nunca más despertaría.

Alguien se acercó por atrás, le apuntó desde medio metro con un revólver calibre 32 y le disparó. El proyectil se incrustó en la nuca. Villalba agonizó un par de minutos y murió.

Los asesinos se tomaron el tiempo de vestirlo, le pusieron una funda de sábana en la cabeza para intentar que no manchara, lo arrastraron hasta el baúl de un Ford Ka y lo trasladaron hasta un monte cercano a ruta C-45, próximo a Lozada.

Al día siguiente, un hombre llamó a la Policía: ?Si quieren ubicar al h? de p? de Villalba, en las afueras de Lozada?.

Quiso la casualidad que, antes de que llegara el primer patrullero, unos carreros que buscaban cosas para reciclar hallaron el cadáver tirado cerca de una acequia, tapado con ramas y con basura.

Para el fiscal Emilio Drazile, el investigador original del caso, los asesinos del expolicía fueron su segunda mujer, Mirta Acuña, y su presunto amante, Walter Torres. Si se tramó semejante plan criminal, ¿qué sentido tenía avisar sobre dónde estaba el cadáver? Para el fiscal, si el muerto no era encontrado, la viuda jamás podría haber accedido al seguro de vida de unos 30 mil dólares, tal como quedó registrado en una prueba clave de la causa.

Acuña quedó contra las cuerdas por varias pruebas: el hallazgo de sangre de la víctima en el Ford Ka y en la casa, sus contradicciones al denunciar sobre la desaparición de su marido y la versión de un arma que faltaba de la vivienda. Además, ella habría admitido su romance con el remisero y el hecho de haber cobrado el seguro. Paralelamente, según la acusación, el expolicía se habría enterado del romance y habría querido poner fin al matrimonio.

A Torres lo complican su relación con la mujer, los mensajes por celular y un complejo análisis de llamadas efectuadas antes y después del crimen.

Respecto a la relación sentimental entre ambos, figura el testimonio de un policía de la Caminera que los habría sorprendido manteniendo relaciones en un auto en cercanías de Río Segundo.

A su vez, los cuatro hijos de Villalba, fruto de un primer matrimonio de la víctima, serán querellantes en el juicio con el asesoramiento del abogado Carlos Nayi.


La Voz del Interior 3-4-14